Lamentaciones 3:21-22
"Pero algo más me viene a la memoria,
lo cual me llena de esperanza:
El gran amor del Señor nunca se acaba,
y su compasión jamás se agota."
El libro de Lamentaciones consta de cinco lamentos que expresan gran pesar y dolor por la destrucción de Jerusalén.
Pero a pesar de los lamentos y las quejas, se percibe esperanza en muchos de los versículos del libro. ¿Por qué? La culpa de lo que le pasa al pueblo es del pueblo mismo. No del Señor. Lo mismo pasa con nosotros: Si hay un culpable de la situación que nos pasa a veces, somos nosotros mismos. Lo "bueno" de esta situación es que Dios siempre está esperando a rescatarnos.
Dios es un Dios amoroso, su amor por nosotros no se acaba, y esa esperanza nos debe motivar a buscar su Presencia. ¡Que así sea!
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