martes, 31 de diciembre de 2013

HASTA AQUÍ, DIOS HA SIDO FIEL


Termina un año. Las agujas del reloj vuelven a iniciar en 0, las hojas de los calendarios vuelven a iniciar en Enero y las agendas de bolsillo muestran un olor nuevo cuando se abren por primera vez. Millones de nuevos propósitos se alistan para ser intentados una vez más. Con este 2,013, terminan ciclos, temporadas, procesos.

Pero hay algo que no está ni remotamente cerca de terminar: La FIDELIDAD, el AMOR y la GRACIA de nuestro Dios. Cada día se renuevan sus misericordias, EL QUE ES Primero y Último no conoce el final ni se limita a los ciclos físicos de nuestro mundo.

Isaías 41:9-10 dice "
Te tomé de los confines de la tierra,
    te llamé de los rincones más remotos,
y te dije: “Tú eres mi siervo.”
    Yo te escogí; no te rechacé.
10 Así que no temas, porque yo estoy contigo;
    no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré;
    te sostendré con mi diestra victoriosa."

¿Acaso pueden existir palabras más alentadoras que estas? Aunque hayamos pasado por dificultades en el pasado, aunque las circunstancias nos hayan querido desanimar y tirar la toalla. Dios y su misericordia y amor no se rigen por un calendario. Los propósitos de Dios no decaen en febrero como la mayoría de seres humanos lo hacemos. El propósito de Dios es que todos le conozcan y alcancen la vida eterna que nos trajo al mundo por medio de la fe en Jesús. Hoy más que nunca debemos ver hacia adelante, recordando lo que Dios ha hecho en el pasado para agradecerle por su fidelidad y para tomar fuerzas al saber que el que no nos ha abandonado hasta ahora no lo hará si seguimos confiando en Él.

Quizás el 2,013 nos haya dejado malos recuerdos: La partida de un ser querido, el despido de algún trabajo o la pérdida de una amistad. Pero si alguien no nos abandonó es el Señor. Basta con vernos con vida para saber que todavía hay un propósito por el que estamos respirando. Y Dios más que nadie quiere que lo sepamos y no hay otra forma de conocer la voluntad de Dios que conociendo su Palabra.

Esta ha sido nuestra misión desde el principio: Acercar la Palabra de Dios por cualquier medio para que nos tomemos un tiempo en esta era de las carreras y la informática y meditemos en la Biblia y sus enseñanzas llenas de vida y esperanza para nosotros. El 2,013 nos ha dejado muchas satisfacciones en el Señor. Pasamos de ser una página de 400 seguidores en Facebook a casi 200,000. En twitter ya somos más de 500 y este blog inició hace menos de 2 meses y ya tiene casi 30,000 visitas. 

Pero estas cifras no tienen ningún significado en sí mismas si perdemos de vista que todo es para que Dios sea glorificado y exaltado. Que el crédito se lo lleve el agua, no el vaso. Somos un simple instrumento de los innumerables que utiliza Dios el Señor para llevar su Palabra a toda la creación. Hoy queremos agradecer públicamente a Él porque todo lo que somos es gracias a su misericordia y fidelidad. Y te invitamos a hacerlo también. Haz un recuento mental de lo que este año ha traído consigo a tu vida y te darás cuenta que si aún estás acá, es porque Dios ha sido bueno. 

En esta última publicación del año queremos compartir esta cita hermosa tomada del libro de Habacuc, que revela nuestro deseo ante nuestro Dios:

Habacuc 3:17-19
"Aunque la higuera no dé renuevos,
    ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
    y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
    ni ganado alguno en los establos;
 aun así, yo me regocijaré en el Señor,
    ¡me alegraré en Dios, mi libertador!
 El Señor omnipotente es mi fuerza;
    da a mis pies la ligereza de una gacela
    y me hace caminar por las alturas."

QUE NUESTRO DIOS SEA EXALTADO Y GLORIFICADO HOY, MAÑANA Y SIEMPRE

lunes, 30 de diciembre de 2013

CÓMO DIOS TE VE


Estamos a punto de terminar un año más. Se vienen nuevos retos, nuevas metas y nuevas victorias en el Señor. Sea lo que estés haciendo frente en la vida, o lo que está por venir en tu futuro, Dios ya te ha dado las herramientas para enfrentarlo. Puede que no lo parezca, o que sientas como que no tienes lo que se necesita para superarlo, pero la fe en Dios no se basa en las circunstancias o en cómo nos sentimos.

Al enemigo le gustaría que tú creas que no tienes una oportunidad en la vida, que eres demasiado débil, demasiado pobre, demasiado lo que sea. Pero Dios tiene una visión diferente de tí. Dios te ve con los ojos del amor. Él no ve lo que puedes ser, sino lo que ha invertido en tí, no lo que tú u otras personas pueden ver.

Verse a sí mismo como Dios te ve conduce a una vida de victoria ABRUMADORA.

Pero se necesita fe. No es suficiente con saber que Dios te ama y te ve como su hijo, tú tienes que creerlo. Se requiere fe para seguir adelante y superar los desafíos de la vida. Y la fe no te hace ningún bien si tú no la usas, la activas, la liberas. Tú tienes que conocer tu fe, tus creencias, tus certezas en Dios con el fin de que funcionen. Tienes que ver el CAMINO de Dios en tu vida.

Liberamos la fe a través de nuestras palabras, acciones y, por supuesto, a través de la oración. Depende de nosotros actuar.

1 Juan 4:4 es un versículo que citamos mucho, y casi en cualquier momento que se dice este versículo en una iglesia o reunión, todo el mundo aplaude dice "amén". Pero ¿cuántas personas realmente creen que "el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo?"

La verdad es que el Uno en tí es más poderoso y te ama. Así que usa tu fe hoy y mírate a tí mismo como Dios te ve. No importa lo que el enemigo quiere que veas o cómo las cosas podrían pintar.

!Nuestra fe nos levanta a través de Aquel que vive en nosotros!

Oración: Dios, yo creo que Tú me amas y que Tú me has dado el poder para vencer. Como tu hijo, voy a actuar en la fe que me has dado todos los días, confiando en Ti y superando cualquier obstáculo que se me presente. En este nuevo año, quiero estar contigo siempre, quiero conocerte más y pasar más tiempo contigo. Sé que la fe viene del oír, y el oír Tu Palabra así que te pido que me ayudes a leerla, creerla y practicarla. En el nombre de Jesús te lo pido. Amén.

domingo, 29 de diciembre de 2013

AGRADECIMIENTO


En Efesios 4:29, el apóstol Pablo nos instruye a no utilizar ningún lenguaje soez o contaminante. En un momento, no me di cuenta que esto incluye quejarse, pero he aprendido que murmurar y quejarse contaminan nuestras vidas.

Simple y llanamente, ¡quejarse puede verse como un pecado! Esto hace que muchas personas vean una gran cantidad de problemas en sus vidas y destruye la alegría de las cosas "pequeñas".

Tenemos que analizarnos a nosotros mismos y ver lo rápido que nos impacientamos y empezamos a quejarnos cuando estamos atrapados en el tráfico o mientras esperamos en cajas registradoras de los supermercados o grandes almacenes... ¿Qué tan rápidos somos para detectar y señalar las faltas de nuestros amigos o familiares? ¿Nos quejamos de nuestro trabajo cuando deberíamos estar dando gracias a Dios que tenemos uno?

El mejor antídoto para quejarse es la acción de gracias. Las personas verdaderamente agradecidas no se quejan. Están demasiado ocupadas siendo agradecidas por todas las cosas buenas que tienen que no tienen tiempo para darse cuenta de las cosas en las que podrían quejarse.

La Biblia dice que debemos entrar en los atrios de Dios con alabanza y acción de gracias. Tú y yo tenemos que hacer una meta diaria el vivir una vida de acción de gracias. Vamos a ser tan positivos y agradecidos como sea posible.

Trata de ir a la cama por la noche pensando en todo lo que tienes por qué estar agradecido. Que sea lo primero que hagas en la mañana. Da gracias a Dios por las cosas "pequeñas" o cosas que normalmente podrías dar por sentado: un lugar de estacionamiento, despertar a tiempo para el trabajo, la comida, la familia ... No te desanimes cuando no pasen, pero trata de no tirar la toalla y estar bien. Sigue haciéndolo hasta que hayas desarrollado nuevos hábitos y sientas que estás viviendo con una actitud de gratitud.

Sé generoso con tu gratitud. Esto endulzará tu relación con el Señor.

Oración: Dios, ¡Yo quiero vivir con una actitud de agradecimiento, a partir de ahora! Te agradezco mucho por amarme y por bendecirme. Ayúdame a ver las cosas positivas de la vida y a dar gracias por ellas. En el nombre de Jesús,

Amén.

sábado, 28 de diciembre de 2013

ASOMBROSA TU CREACIÓN



Oración: Siempre que me siento frustrado con las personas, o con el trabajo de oficina, o por estar mirando la pantalla de una computadora todo el día, Señor: Tú sabes que he encontrado un respiro en los espacios abiertos. Cuán maravilloso, complejo, delicado, perfecto y hermoso es el mundo que tú hiciste. 

Si me inclino para acercame al suelo, puedo ver las diferentes flores, los insectos que se arrastran en el suelo, y las abejas en su trabajo de polinización. Puedo oler la tierra, sentir el calor del sol y tocar las cerosas fábricas de clorofila, también conocidas como hojas, que tú usas para hacer crecer tus plantas.

Por la noche, puedo mirar hacia el firmamento y, como Abraham, obtener consuelo inmenso de las estrellas que tú pusiste en él. “Él cuenta el número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres. Grande es el Señor nuestro y mucho su poder, y su entendimiento es infinito” (Salmo 147:4,5). 


Son grandes bolas de fuego de gas en el cielo, Señor; parece que no tuvieran ningún propósito distinto de su deslumbrante belleza en el cielo nocturno, y como ayuda a la navegación. ¿Las pusiste ahí sólo para nosotros?

Si Tú no solo las creaste con una palabra, sino que tienes un recuento de todas ellas y te importan tanto como para darle un nombre a cada una de ellas, a todos los 50 billones de ellas sólo en nuestra galaxia, entre los billones de galaxias, entonces, eso me dice que tú eres capaz estar al tanto de mí y de vida también. Tú eres asombroso y por eso hoy te alabo y te adoro. Cómo un Dios tan grande puede estar tan ocupado en mi vida, aún sin yo notarlo. Gracias por tener siempre el control de todo el universo. Sé que así como Tú tienes absoluta soberanía sobre el mundo físico y sus leyes así también la tienes en mi vida. Gracias por tu grandeza y tu asombrosa creación. Gracias Dios.

viernes, 27 de diciembre de 2013

SI EL MONTE PARECE ALTO, ¡NO TE RINDAS!

Foto cortesía de Cecilia del Cid, Barcelona, España.
En el mundo en que vivimos, vamos a tener todo tipo de problemas, frustraciones y dificultades. Así es la vida. Nos hemos dado cuenta a lo largo de años de que siempre encontraremos metas por cumplir, obstáculos por vencer y montes por conquistar.

Así que sabiendo esto, ¿qué hacemos?

Debemos permanecer firmes y perseverar. En otras palabras, ¡La respuesta nunca es darse por vencido! No importa lo que está pasando en nuestras vidas, la victoria se encuentra al negarse a renunciar. Las mejores historias de la Biblia involucran a siervos de Dios que nunca se dieron por vencidos. Algunos ya los hemos estudiado: Abraham, Jacob, José, David, etc. Son personas que se negaron a que las circunstancias los dominaran y los hicieran vivir una vida infeliz y sin propósito.

También ten en cuenta que en el calor de nuestras luchas, el Espíritu Santo está haciendo probablemente su obra más dentro de nosotros. Él no se mueve por las circunstancias. Si usted y yo realmente confiamos en Él, ¡No hay que dejar de confiar ni un instante! No está en nuestras vidas para buenos momentos solamente, sino para los tiempos difíciles también.

Él nos guiará en medio de la nada si sólo decidimos confiar en Él y lo seguimos. Esto significa ser diligente en la oración, implacables en nuestra determinación y firmes en la fe, y decididos a permanecer firmes en la Palabra de Dios y sus promesas.

Muchas veces podemos ser desviados por la lentitud con que las cosas parecen ir. De hecho, el enemigo quiere recalcarnos eso a cada momento. Pero recuerda que es en esos momentos cuando Dios puede estar haciendo algo de su mejor trabajo. Date cuenta de esto: no es todo acerca de ti y de mí. La obra del Señor en nosotros es la preparación para el trabajo que quiere hacer a través de nosotros.

Sé que la vida puede ser difícil a veces. Pero también sé que Dios nos ayudará si nos mantenemos firmes. Pongámonos de pie como dice Gálatas 6:9: "Así que no se cansen de hacer lo que es bueno, ya que en el momento justo vamos a recoger una cosecha de bendiciones si no nos damos por vencidos."


Así que te pregunto otra vez: ¿Qué hacemos?
La respuesta es: ¡Nunca te rindas! 


Oración: Dios, yo creo que Tú estás trabajando en mi vida, incluso en tiempos difíciles. Elijo hoy mantenerme firme y nunca darme por vencido en obediencia a Tí. Quiero perseverar y como Caleb en tiempos de Josué ir a ese monte y conquistar lo que tienes para mi. Hoy elijo confiar en Ti y sé que por medio de la comunicación contigo y la lectura de tu Palabra Tú me puedes fortalecer y darme lo que necesito para conquistar los montes de la duda, la tristeza y la desilusión. En el nombre de Jesús te lo pido.

¡Amén!

jueves, 26 de diciembre de 2013

UN CAMINO RECTO, UN PLAN PERFECTO

Foto cortesía de Cecilia del Cid, Barcelona, España.
"¡Dios tiene un plan perfecto para tu vida!"

Todos hemos oído esa frase, pero es muy posible que muchos de nosotros realmente no la creemos, o no la hemos podido experimentar en carne propia. Tal vez es la palabra "perfecto" la que nos preocupa. Para la mayoría de nosotros, perfección es algo que vemos fuera de lugar en nuestra vida, inalcanzable, inimaginable.

Perfección parece imposible. Y ¿adivina qué? ¡Lo es!

El plan de Dios no es perfecto porque nosotros seamos perfectos. El plan es perfecto, porque Dios es el que lo diseñó. La perfección viene de Él y de Él solamente. Él nos conoce mejor que nosotros mismos, y ha diseñado y puesto en marcha un plan diseñado específicamente para nuestras vidas.

Pablo nos dice en Filipenses 1:6 que Dios nos salvó y comenzó una buena obra en nosotros, y Su obra en nosotros llegará a la plena realización.

Al pensar en Dios que actúa en nosotros, debemos recordar que, imperfectos como somos, Dios es la perfección. Nada de lo que alguna vez podamos hacer será suficiente para satisfacer a la perfección de Dios. Sólo Jesús, el Perfecto, es lo suficientemente bueno. Y ya que estamos en Cristo, el plan perfecto de Dios es posible para nosotros!


La mejor forma de agradecer ese Plan (y por supuesto, empezar a llevarlo a cabo) es buscar la perfecta voluntad de Dios plasmada en la Biblia. El Salmo 119, el más largo de la Biblia es una bella descripción de lo que es y lo que provoca en nosotros la bendita Palabra de Dios. Ese salmo inicia con este hermoso versículo: "Dichosos los que van por caminos perfectos, los que andan conforme a la ley del Señor". Así que ese es el primer paso. Decidamos de una vez por todas volvernos de todo corazón al Señor, tomar ese camino recto que nos lleva hacia Él. Jesús dijo en Juan 14:6 que Él es el camino, la verdad y la vida. Hoy tomemos la decisión de seguirlo, de obedecerlo, de buscarlo y de dejar que Él tome el control de nuestra vida desde hoy y para siempre.



Oración: Querido Señor, yo sé que no soy perfecto, pero por bendición inmerecida tu plan para mí depende de Tu perfección, no de la mía. Gracias por el desarrollo de un buen trabajo dentro de mí. Confío en que lo completarás. Quiero buscarte en oración, leyendo y practicando tu Palabra. Sé que el camino recto es tu hijo Jesús y quiero retomarlo si es que alguna vez me aparté de Él. Gracias por tu amor y por esta nueva oportunidad que me das. No la quiero desaprovechar, en el nombre de Jesús te lo pido.

¡Amén!

martes, 24 de diciembre de 2013

REFLEXIÓN EN UN 24 DE DICIEMBRE


El mundo entero hoy celebra navidad. América Latina es una región donde existe mucha algarabía por estas fechas. En nuestros países los últimos días hemos visto un aumento en el consumo de todo tipo de comida, bebida, regalos, juguetes, etc. El tránsito vehicular en estos días es impresionante. La cantidad de accidentes debido a las prisas, a las carreras y a las personas que manejan en estado de ebriedad también aumentan drásticamente. Los centros comerciales se llenan de personas que tratan de comprar y comprar regalos para quedar bien con todos. Los tradicionales "convivios" o fiestas de fin de año predominan en este mes. Ante tanta publicidad, preocupación, gastos, accidentes, etc. hoy nos conviene hacer esta pregunta: ¿Estamos realmente conscientes de qué es lo que estamos celebrando?

La Biblia nos enseña en los libros de Mateo y de Lucas la historia del nacimiento de Jesús. Una historia extraordinaria, que en nada se parece al clima que predomina en nuestros días y en nuestros países. Jesús no tuvo "estreno" o una chimenea caliente en donde nacer. No, Él decidió nacer en un lugar donde guardaban a los animales. Ahora bien, no es nuestra intención hoy reavivar el debate de cuándo nacio realmente Jesús. No vale la pena, ya que aunque se sabe que no es posible que haya nacido en el equivalente a nuestro diciembre, por la época en la que los pastores cuidaban a las ovejas durante la noche, realmente hoy queremos analizar si todo lo que hacemos diariamente es congruente con lo que se trata de festejar hoy.

El nacimiento de Jesús es importante. Claro que sí, es el primer paso hacia el cumplimiento de las profecías sobre el Mesías Salvador. Aunque realmente la historia de la humanidad cambia en el Calvario, acá se empezó a cumplir nuestra esperanza, la última oportunidad que teníamos inició con un Jesús hecho hombre e indefenso, pero con la misión de derrotar a las huestes de maldad en la cruz. 

Los ambientes en nuestras ciudades en estos últimos años en nada se parecen a una profecía cumplida para la salvación de la humanidad. Cada vez hay más consumismo, egoísmo, decadencia y libertinaje. Hoy el mensaje que queremos dejar y la reflexión en este día que muchos celebran sin invitar realmente al cumpleañero es: ¿Jesús es tu Salvador? ¿Jesús es la parte más importante de tu vida, de tu día a día? ¿Tus actos están encaminados a celebrar su nacimiento, su vida, su muerte y resurrección? ¿Dedicas tiempo diariamente para meditar en su Palabra, su ejemplo y sus mandatos para los que quieren formar parte de su pueblo?

La Biblia dice en el primer capítulo de Juan que el Verbo (Jesús) vino a su mundo, vino a los suyos, pero que los suyos NO LE RECIBIERON. Luego sigue un "pero" que es uno de mis favoritos de todos los tiempos. PERO A LOS QUE LE RECIBIERON, ÉL LES DIO EL PRIVILEGIO DE LLEGAR A SER HIJOS DE DIOS.
(Juan 1:12)

Hoy te invito a que más allá de recibir visitar, recibir regalos, recibir tarjetas, recibir publicaciones en facebook, recibir y recibir y recibir... hoy recibas la visita del Unigénito de Dios. Que los afanes de este mundo no te alejen de vivir una vida victoriosa en Cristo Jesús. La Biblia dice en Romanos 10:9-10 que si cada uno de nosotros confiesa con su boca que Jesús es el Señor y cree con su corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, alcanzará la salvación. Ya hemos hablado mucho en este año en cada una de las publicaciones que no es por nuestros méritos, ni por nuestros esfuerzos, sino por GRACIA y por FE. ¿Quieres celebrar hoy navidad? No hay nada mejor que hacerlo como la primera que existió, en aquel pesebre lleno de animales, y lleno de amor de Dios por cada uno de nosotros. Jesús ha sido la persona más rechazada de todos los tiempos. Rechazado por la sociedad que juzgó a María por quedar encinta antes de casarse, rechazado por los dueños de las posadas que no tenían espacio para Él, rechazado por su pueblo al pedir su crucifixión, rechazado por cada uno de nosotros cuando vivíamos lejos de Él, o cuando pensábamos que celebrábamos su nacimiento y nunca lo invitamos realmente a participar. Pero aún así, Él nos ama y como dice Romanos 5:8, que aún nosotros siendo pecadores, es decir, enemigos declarados de Él, Cristo murió por nosotros. ¿Te animas a celebrar una verdadera navidad hoy?

Oración: Señor, hoy te pido perdón por olvidarme de tí hasta en los momentos en que aparentemente se te celebra pero en realidad buscamos otros deleites. Te pido perdón por vivir una vida lejos de tu perfecta voluntad. Sé que no me condenas si me acerco con un corazón genuinamente arrepentido y por eso hoy te pido que nazcas en mi vida, en mis pensamientos, en mis prioridades, en mis sentimientos y en mi diario caminar. Ya no quiero vivir más una vida de apariencias y de rituales pero con mi corazón alejado de tí. Hoy me arrepiento de mis pecados y te reconozco como el Único que puede transformar mi vida y llevarla por el camino correcto. Hoy como dice Juan 1:12 te recibo en mi vida y sé que al hacerlo, soy llamado por tí como un Hijo de Dios. En el nombre de Jesús hoy he orado y te doy gracias por tu amor y misericordia.

Si hoy hiciste del Señor Jesús tu Único Señor y Rey, entonces queremos decirte: ¡Feliz Navidad!

lunes, 23 de diciembre de 2013

JESÚS PUEDE RESUCITAR A LOS "LÁZAROS" DE TU VIDA


¿Recuerdas cuando Jesús visitó a María y Marta después de que su hermano Lázaro había estado muerto por cuatro días? 

Cuando por fin llegó, Marta le dijo: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto" (Juan 11:21).

Marta estaba claramente en un estado de desesperación. Entonces "Le dijo Jesús a ella: Tu hermano resucitará. Marta respondió: "Yo sé que resucitará en la resurrección en el último día" (vv. 23-24)" 


Marta realmente no estaba entendiendo lo que Jesús estaba tratando de decirle. Ella estaba mirando hacia una posibilidad en el futuro, no a una realidad presente. Ella no esperaba realmente que las cosas cambiaran.

Muchos de nosotros somos como Marta, atrapados en nuestros problemas, sin darnos cuenta de que Dios puede cambiar las cosas ahora. Pensamos en Dios y en sus promesas y bendiciones como algo muy en el futuro, casi algo inalcanzable. Creemos que Dios está muy ocupado en otras cosas como para intervenir favorablemente en nuestra vida ahora. 


Pero Jesús resucitó a Lázaro de entre los muertos ESE DÍA, y Él puede resucitar los 'Lázaros' en tu vida HOY también.

¡No pierdas la esperanza! Aunque puedas estar sufriendo ahora, y estés pasando el peor de todos los desastres, Dios puede traer un nuevo comienzo. 

Dios puede hacer en tu vida algo que nadie espera.

¡Cree en Dios, y observa la gloria que trae a tu vida!

Oración: Señor, yo sé que vas a trabajar en cada situación para mostrar tu gloria. En lugar de quedarme atrapado en mis problemas, yo creo y confieso que Tú puedes resucitar a los "Lázaros" en mi vida. No quiero seguir creyendo como si fueras a obrar en un futuro muy lejano. Quiero creer en lo que harás en mi hoy. Ayúdame a escudriñar Tu Palabra y a enterarme de todos los derechos (y obligaciones) que tengo como un seguidor tuyo.


¡En el nombre de Jesús, muestra tu gloria en mi vida! Amén.

¡Así Sea!

domingo, 22 de diciembre de 2013

DICHOSO

Salmo 1:1-2
"Dichoso el hombre
    que no sigue el consejo de los malvados,
    ni se detiene en la senda de los pecadores
    ni cultiva la amistad de los blasfemos,
sino que en la ley del Señor se deleita,
    y día y noche medita en ella."


Los salmos inician con una exhortación a ser dichosos, bienaventurados, felices. No es necesario que nos aislemos y nos vayamos a vivir a una montaña, lejos de cualquier contacto humano. Es inevitable que en nuestras relaciones diarias en diferentes aspectos de la vida nos topemos con personas que no temen al Señor. La exhortación de este salmo no es para que nos apartemos de ellos, sino que cuando se trate de cultivar una amistad, seguir algún consejo, lo hagamos con personas que están en el camino del Señor, personas que meditan en su Ley de noche y de día. De esa forma nosotros mismos estaremos caminando por la senda correcta y nuestra vida servirá de ejemplo para aquellos que viven sin la luz del evangelio.

Salmo 1:3
"Es como el árbol
    plantado a la orilla de un río
que, cuando llega su tiempo, da fruto
    y sus hojas jamás se marchitan.
    ¡Todo cuanto hace prospera!"

La consecuencia directa de vivir una vida cumpliendo con los mandatos de nuestro Señor es dar fruto en el momento correcto. Mostrar con nuestros actos y nuestro temperamento los diferentes atributos de Jesús según sea el caso: Amor, Alegría, Paz, Paciencia, Amabilidad, Bondad, Fidelidad, Humildad y Dominio Propio serán las señales de que estamos viviendo conforme a los preceptos del Señor. Si diariamente alimentamos nuestra mente y corazón con la bendita Palabra de Dios, en su momento daremos mucho fruto, que es lo que Jesús mismo dijo que es lo que diferencia a un árbol bueno de uno malo.

Salmo 1:4-6
"En cambio, los malvados
    son como paja arrastrada por el viento.
Por eso no se sostendrán los malvados en el juicio,
    ni los pecadores en la asamblea de los justos.
Porque el Señor cuida el camino de los justos,
    mas la senda de los malos lleva a la perdición."

Dios cuidará nuestro camino si nos proponemos aprender su Palabra, ponerla en práctica, compartirla con quienes nos rodean, seguir el consejo de personas temerosas de Dios y deleitarnos en la presencia de Dios cada día más. La exhortación de hoy es a recomponer el camino si nos hemos extraviado, a cuidar nuestro comportamiento y poder ser dichosos, bienaventurados, felices en el único camino verdadero. El camino del Señor.

Oración: Dios, gracias por una oportunidad más que me das de recomponer el camino. Hoy quiero apropiarme de las palabras de este salmo y poder deleitarme en tu Palabra y en tu Presencia. En el nombre de Jesús me entrego a tí para que me ayudes a dar mucho fruto. Quiero ser como ese árbol plantado junto a la orilla del río. Gracias por tu gran amor y bondad. En el nombre de Jesús hoy te lo pido y te doy gracias. Amén.

sábado, 21 de diciembre de 2013

PURIFÍCAME



Salmos 51
Ten compasión de mí, oh Dios,
    conforme a tu gran amor;
conforme a tu inmensa bondad,
    borra mis transgresiones.
Lávame de toda mi maldad
    y límpiame de mi pecado.


¿Quién de nosotros no se ha sentido sumamente culpable luego de haber fallado al Señor? Como humanos, somos propensos a pecar y a hacer lo que desagrada al Señor. Nunca debemos utilizar la excusa de que "es que soy humano" para justificar nuestras malas decisiones y malos actos. Hay muchas enfermedades que atacan al ser humano y en especial hay un par que lo alejan de la relación con Dios: La "buenitis" y la "malitis".


Yo reconozco mis transgresiones;
    siempre tengo presente mi pecado.
Contra ti he pecado, sólo contra ti,
    y he hecho lo que es malo ante tus ojos;
por eso, tu sentencia es justa,
    y tu juicio, irreprochable.
Yo sé que soy malo de nacimiento;
    pecador me concibió mi madre.
Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo;
    en lo secreto me has enseñado sabiduría.


La "buenitis" se caracteriza por hacer pensar que somos de lo mejor, que somos buenos. Pensamos: "Yo no robo, no mato, no me meto con nadie", pero esto nos puede llevar peligrosamente al punto de que podemos pensar que no necesitamos de Dios. La Biblia dice que todos hemos pecado y estamos lejos de la presencia gloriosa de Dios. Cuando el joven rico se acercó a Jesús diciéndole "Maestro bueno", Él le dijo: "Sólo hay uno bueno, ese es Dios". Debemos estar conscientes de que en todo momento necesitamos de Dios y somos vulnerables si no nos mantenemos alertas y de la mano de Él.


Purifícame con hisopo, y quedaré limpio;
    lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
Anúnciame gozo y alegría;
    infunde gozo en estos huesos que has quebrantado.
Aparta tu rostro de mis pecados
    y borra toda mi maldad.


La "malitis" es igual de devastadora: Nos hace creer que somos malos y no tenemos más remedio que serlo. Nos llega a hacer callo en el corazón. Pensamos: "No tengo ninguna opción de mejorar, yo soy así y así me moriré". Nos quedamos con una verdad a medias, es decir, una mentira. Es verdad que no hay nadie bueno, es verdad que los pensamientos y actos del ser humano están inclinados al mal desde el nacimiento, pero.. ¡Dios puede hacer de nosotros nuevas criaturas! Dios puede purificarnos, crear en nosotros un corazón limpio. Por medio del Espíritu Santo puede hacernos que demos buenos frutos y dones que vienen de Él. Hay remedio para el pecado, se llama gracia y arrepentimiento. No hay ninguna condenación para el que acepta el sacrificio de Jesús en su vida. Él puede transformarnos, perdonarnos y darnos la capacidad de renunciar al pecado. ¡No más esclavos del pecado, sino libres en su amor! 
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
    y renueva la firmeza de mi espíritu.
11 No me alejes de tu presencia
    ni me quites tu santo Espíritu.
12 Devuélveme la alegría de tu salvación;
    que un espíritu obediente me sostenga.
13 Así enseñaré a los transgresores tus caminos,
    y los pecadores se volverán a ti.

El ser perdonado por Dios implica el querer dar a conocer la misma nueva noticia que nos transformó a nosotros. El mundo necesita tanto de Dios, necesita conocer que hay una solución a los problemas. El estar con Dios no significa que no habrá conflictos o dificultades, pero sí que tendremos lucidez, gracia y sabiduría para enfrentarlos y dar consuelo y esperanza a los que nos rodean. Como David, pasemos de iniciar este salmo quizás quebrantados, avergonzados, humillados o culpables a tener la alegría y el deseo de compartir de la Palabra de Dios a los que nos rodean. Que esa sea nuestra oración en este día, que aprovechemos cualquier oportunidad para compartir del amor y la misericordia de Dios.
14 Dios mío, Dios de mi salvación,
    líbrame de derramar sangre,
    y mi lengua alabará tu justicia.
15 Abre, Señor, mis labios,
    y mi boca proclamará tu alabanza.
16 Tú no te deleitas en los sacrificios
    ni te complacen los holocaustos;
    de lo contrario, te los ofrecería.
17 El sacrificio que te agrada
    es un espíritu quebrantado;
tú, oh Dios, no desprecias
    al corazón quebrantado y arrepentido.
18 En tu buena voluntad, haz que prospere Sión;
    levanta los muros de Jerusalén.
19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
    los holocaustos del todo quemados,
    y sobre tu altar se ofrecerán becerros.


Oración: Señor, gracias por tu perdón y por tu amor. Hoy, como David en este salmo, te pido que me purifiques, que crees en mi un corazón limpio. Renueva un espíritu recto en mi ser, para alabarte, para hablar de tus maravillas, para ser mejor persona con tu ayuda. Quiero estar contigo siempre, ser tu discípulo y amigo. Quiero hacer tu voluntad hasta que decidas volver por mi. En el nombre de Jesús hoy renuncio a cualquier culpabilidad que tenga, cualquier remordimiento y cualquier resentimiento. Te pido que en vez de eso, pongas en mi un corazón sensible a tu presencia, un corazón arrepentido que te busque conocer cada día más y poner en práctica lo que está escrito en tu Ley, que es vida y paz para los que la practican. En el nombre de Jesús te lo pido y te doy gracias. Amén.

viernes, 20 de diciembre de 2013

¿DE DÓNDE VENDRÁ MI SOCORRO?


Salmos 121: 1-2
"Alzaré mis ojos a los montes;
    ¿De dónde vendrá mi socorro?



Mi socorro viene del Señor,
Que hizo los cielos y la tierra."

¿Alguna vez te has sentido abandonado, traicionado, solo contra el mundo?
Jesús seguramente también lo sintió aquella noche donde uno de sus 12 discípulos lo traicionó. El ser humano en situaciones como esas a veces puede tomar la determinación de culpar a Dios. Nos cuesta mucho ver y entender que todo lo que nos pasa es parte de un plan de Dios para nosotros. Incluso a pesar de nuestras malas decisiones, el Señor puede hacer algo increible.

Te pongo un ejemplo: Salomón. ¿Recuerdas que David se metió con Betsabé, la mujer de Urías? De esa relación adúltera hubo un hijo, quien enfermó gravemente y luego murió. Pues en todo ese tiempo donde seguramente David lo pasó muy mal debido a la culpa que pudo haber sentido, David estuvo postrado poniéndose a cuentas con Dios. Muchos salmos llenos de arrepentimiento sincero nacieron en esos días. El Señor le dio una lección, pero luego vendría algo mejor: El siguiente hijo de David y Betzabé fue nada más que el Rey Salomón, quien edificaría el templo para el Señor y nos dejaría el libro de Proverbios, lleno de sabiduría divina.

Podemos estar seguros de que cuando vemos al Dios que está más allá de los montes de problemas y de dificultades, podemos hallar el oportuno socorro.
 

Salmos 121:3-7

"No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.

 He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel. 

El Señor es tu guardador;
el Señor es tu sombra a tu mano derecha. 

El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche. 

El Señor te guardará de todo mal;
El guardará tu alma."

El sol de las preocupaciones, de las murmuraciones y de las traiciones no nos podrán fatigar si permanecemos de la mano del Señor. Nuestro guardián no duerme y más que nadie quiere que nos sintamos seguros con Él. ¿Cuántas veces Dios ha querido llamar nuestra atención con los pequeños detalles de la vida? ¿Cuántos días nos ha hablado por medio de diferentes circunstancias, esperando que nos tomemos un minuto para parar en medio de nuestras carreras diarias y simplemente disfrutemos su presencia?

Nadie está más interesado en nuestra salud espiritual, emocional y física que nuestro Dios y Creador. Está tan interesado que utiliza CUALQUIER medio para hacernos sentir amados, protegidos por su diestra y aliviados al saber que aunque este mundo por ratos se esté destruyendo y cayendo a pedazos, Él permanece siempre fiel. Lo que vemos es temporal decía el apóstol Pablo, pero lo que no vemos es eterno. Gracias a Dios que ha prometido algo maravilloso para los que confíen en Él como su socorro.

Salmo 121:8

"El Señor guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre"

¿Quién puede sentirse desamparado o solo ante tal declaración? Él guarda nuestros pasos cuando confiamos plenamente en Él. No un día, o dos. DESDE AHORA Y PARA SIEMPRE dice su Palabra. ¿Qué tal si te tomas un instante para recitar este Salmo nuevamente y hacerlo una Palabra Viva dentro de tí?
Que ese tiempo delicioso a solas con el Señor se haga una parte fundamental en cada día de tu vida, no hay nada más maravilloso que tener como mejor amigo al Dios Todopoderoso y nada que tenga más consecuencias eternas que meditar, practicar y compartir su Palabra. Que el Dios de David, el Dios que es nuestro socorro, el que guarda nuestros pasos y el guardián que nunca duerme esté y permanezca contigo y tu familia hoy, mañana y siempre.

Oración: Señor, quiero hacer de tí la parte más importante de mi día y de mi vida. Gracias por ser mi guardián, mi oportuno socorro, mi roca fuerte y refugio en todo momento. Quiero fortalecer cada vez más mi relación contigo. Aunque los montes de las dificultades quieran ocultar mi mirada de tí, yo quiero permanecer firme en tí. Pongo en tus manos una vez más mi vida, la de mi familia y ayúdame a estar listo para cuando decidas venir por mi. En el nombre de Jesús te lo pido y te doy gracias. Amén.

jueves, 19 de diciembre de 2013

DIOS ESTÁ ALLÍ, CONTIGO

Salmo 139:7-10
"¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu?
    ¿A dónde podría huir de tu presencia?
 Si subiera al cielo,
    allí estás Tú;
si tendiera mi lecho en el fondo del abismo,
    también estás allí.
 Si me elevara sobre las alas del alba,
    o me estableciera en los extremos del mar,
 aun allí tu mano me guiaría,
    ¡me sostendría tu mano derecha!"


Dios está allí, contigo. No importa lo que hayas vivido. No importa lo que hayas hecho. La presencia de Dios no se ha apartado de tí.

Como seres humanos nos dejamos llevar por sentimientos. Nuestro estado de ánimo muchas veces determina si hacemos bien las cosas o no. Incluso con nuestros hijos pasa, nuestro humor determina lo que hacemos o no con ellos. Al ser así, inconscientemente pensamos que Dios es así. Pensamos que el amor que Dios nos tiene está condicionado por lo que hacemos o dejamos de hacer. 

Pero Él te amó aún con tus defectos. Ni la persona más despiadada puede escapar del amor de Dios. Lo puede rechazar, sí. Puede decidir no creer en Dios, pero no puede evitar que Él haya dado la vida por él. Romanos 5:8 nos dice "Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros". No podemos hacer nada para anular esa verdad. Ya depende de cada uno si acepta o no el sacrificio que Jesús hizo por cada uno de nosotros. Pero Él lo hizo, esa verdad no se puede ocultar.

Adán le falló a Dios y cometió el gran error de intentar esconderse de Dios. Yo he sido como Adán muchas veces: En lugar de buscar su presencia y buscar su misericordia inmediatamente luego de cometer algún error, me he escondido, pero realmente ¡No puedo esconderme de Dios! Él está allí intentando consolarme, esperando que confiese mi pecado y me arrepienta. ¿Acaso no es lo que un padre espera cuando su hijo hace algo indebido? ¿Lo deja de amar y ya? ¡No! Lo que más desea es que el niño haya aprendido la lección y no lo vuelva a hacer. Es lo mismo que desea el mejor Padre de todos.

Salmo 139:13-13
"Tú creaste mis entrañas;
    me formaste en el vientre de mi madre.
¡Te alabo porque soy una creación admirable!
    ¡Tus obras son maravillosas,
    y esto lo sé muy bien!"


Dios te planificó, te creó para disfrutarte. Te creó para que tú disfrutaras de Él. No dejes que la vida y sus afanes, las preocupaciones de cada día, el consumismo y el materialismo de este mundo te priven de una relación cercana a Dios. Él te formó con sus manos y espera bendecirte, amarte y estar contigo la mayor cantidad de tiempo. Haz un espacio en tu agenda para Él. 5, 10 minutos al inicio y al final del día sólo para Él. Considera que Él está contigo en tu trabajo, junto a tí en las labores domésticas, en el tránsito vehicular, en los trámites bancarios, en todo ¡Él está allí! Somos las personas más dichosas del mundo las que podemos reconocer que Dios está con nosotros, no te alejes de Él por lo que has hecho, al contrario ríndete completamente a Él. Si aún no lo has hecho hoy es el día.

Salmo 139: 23-24
"Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón;
    ponme a prueba y sondea mis pensamientos.
 Fíjate si voy por mal camino,
    y guíame por el camino eterno."
 

Oración: Señor, examina mi corazón, escudriña mis pensamientos. Si voy en un camino que no conduce a tí, te pido por favor, por el amor que me tienes y el amor con el que me creaste que me guíes de vuelta a tí. Muchas veces me he escondido al fallarte, pero hoy no quiero esconderme más, quiero pedirte perdón por mis actos desagradables, hoy propongo en mi corazón buscarte cada día de mi vida, hoy agradezco y reconozco el sacrificio de Jesús, quien dio su vida por mi. No quiero fracasar más y por eso tomo la decisión firme y voluntaria de seguirte y entregarte mi vida por completo. Jesús, te dedico mi vida, mis actos, mi corazón y te pido que a partir de hoy tú seas el Señor de mi vida, quien la gobierne. Si alguna vez lo había hecho y lo había olvidado, hoy me reconcilio contigo y te pido que nunca me sueltes. Gracias por tu amor, gracias por tu misericordia. Junto con los que te aman compartiré tu Palabra y proclamaré las maravillas que has hecho en mi vida. En el nombre de Jesús te lo pido y te doy gracias.

Amén.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

LA GALERÍA DE LA FE: DAVID


Hebreos 11:32
"¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas."

La vida de David la encontramos en los libros del profeta Samuel. Sus oraciones y cánticos, en gran parte de los Salmos. David es considerado históricamente como un rey justo, valiente, apasionado. Además, lo vemos en distintas circunstancias como un guerrero, un músico y además poeta. En Hechos 13:22, Pablo reitera que Dios encontró en David un "hombre conforme a su corazón". Es una declaración muy importante, y nos llena de esperanza, porque David, al igual que nosotros, de ninguna manera quedó exento de pecado...

David pecó, y mucho. Quizás lo que más recordamos de él en ese sentido fue lo que le hizo a Urías, el hitita. Deseó a su mujer, cometió adulterio, mintió y trató de ocultarlo, y por si fuera poco, mandó prácticamente a matar a Urías poniéndolo en un lugar de la batalla donde era casi seguro que perdería la vida. ¿Cómo Dios pudo poner en alta estima a David con una falta tan grande?

De la misma forma en que nos pone a nosotros. Hay algo que vamos a descubrir en esta lectura, algo que es decisivo para que seamos considerados amigos de Dios. Esto es la sinceridad, la transparencia delante de Él. En los Salmos lo podemos ver claramente: David no le ocultaba nada al Señor. Siempre se presentó tal y como él era, tal y como él se sentía. Muchas veces nosotros utilizamos máscaras (consciente o inconscientemente) cuando nos acercamos al Señor. Nuestras oraciones son mecánicas y repetitivas, aún sin nosotros darnos cuenta. Oramos por los alimentos, sí, pero muchas veces más por costumbre que por otra cosa. Es difícil aceptarlo, pero es así. Como humanos nos cuesta mucho no aparentar. Es casi algo automático. Si no estamos bien, tratamos de que los demás no lo noten. El problema es que lo hacemos con Dios también...

Salmo 51:3-12
"Yo reconozco mis transgresiones;
    siempre tengo presente mi pecado.
 Contra ti he pecado, sólo contra ti,
    y he hecho lo que es malo ante tus ojos;
por eso, tu sentencia es justa,
    y tu juicio, irreprochable.
 Yo sé que soy malo de nacimiento;
    pecador me concibió mi madre.
 Yo sé que tú amas la verdad en lo íntimo;
    en lo secreto me has enseñado sabiduría.

 Purifícame con hisopo, y quedaré limpio;
    lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
 Anúnciame gozo y alegría;
    infunde gozo en estos huesos que has quebrantado.
 Aparta tu rostro de mis pecados
    y borra toda mi maldad. 

 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
    y renueva la firmeza de mi espíritu.
 No me alejes de tu presencia
    ni me quites tu santo Espíritu.
 Devuélveme la alegría de tu salvación;
    que un espíritu obediente me sostenga."

 Al leer los salmos nos damos cuenta de que David se enojaba, se entristecía, se arrepentía, se alegraba, etc... Vemos cánticos y poemas que no son fingidos. Vienen de un alma que anhela estar bien con Dios. Sí, pecó, y muchas veces, pecó de formas que uno puede quedar hasta escandalizado, pero siempre buscó ponerse a cuentas con Dios. Adán no lo hizo, Adán se escondió. Pablo sí lo hizo, y de ser perseguidor de cristianos pasó a ser un instrumento fundamental en la historia del evangelio de Jesucristo. Judas no pudo contra el remordimiento (no arrepentimiento) y se mató. Jonás recapacitó (después de una dura lección dentro del vientre del gran pez) y volvió a Nínive. ¿Ves la diferencia ahora?

Dios no espera que seamos perfectos. Sí demanda que busquemos la santidad sin la cual nadie verá al Señor. Pero somos propensos a fallar. La diferencia está en que no lo hagamos a propósito, la diferencia está en qué hacemos luego de haber fallado. ¿Nos escondemos? ¿Consideramos la muerte o el suicidio como opción? ¿O acudimos a Él con un corazón arrepentido y humillado?

Dios no rechaza un corazón arrepentido. Dios no rechaza una oración sincera. Esa es la diferencia entre alcanzar misericordia o no. 


Proverbios 28:13 dice 
"Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón." 

Así que en este nuevo día, donde Dios el Señor ha renovado sus misericordias sobre nosotros aprovechemos para ponernos a cuentas con Él. Si hemos fallado, acerquémonos confiadamente ante el trono de su Gracia para hallar el oportuno socorro. Dios no está lejos, está cerca y lo único que demanda de nosotros es un corazón sincero.

Oración:
El Señor es mi luz y mi salvación;
    ¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida;
    ¿quién podrá amedrentarme?
 Cuando los malvados avanzan contra mí
    para devorar mis carnes,
cuando mis enemigos y adversarios me atacan,
    son ellos los que tropiezan y caen.
 Aun cuando un ejército me asedie,
    no temerá mi corazón;
aun cuando una guerra estalle contra mí,
    yo mantendré la confianza.
 Una sola cosa le pido al Señor,
    y es lo único que persigo:
habitar en la casa del Señor
    todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura del Señor
    y recrearme en su templo.
 Porque en el día de la aflicción
    él me resguardará en su morada;
al amparo de su tabernáculo me protegerá,
    y me pondrá en alto, sobre una roca.
 Me hará prevalecer
    frente a los enemigos que me rodean;
en su templo ofreceré sacrificios de alabanza
    y cantaré salmos al Señor.

 Oye, Señor, mi voz cuando a ti clamo;
    compadécete de mí y respóndeme.
 El corazón me dice: «¡Busca su rostro!»
    Y yo, Señor, tu rostro busco.
 No te escondas de mí;
    no rechaces, en tu enojo, a este siervo tuyo,
    porque tú has sido mi ayuda.
No me desampares ni me abandones,
    Dios de mi salvación.

 Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
    el Señor me recibirá en sus brazos.

 Guíame, Señor, por tu camino;
    dirígeme por la senda de rectitud,
    por causa de los que me acechan.
 No me entregues al capricho de mis adversarios,
    pues contra mí se levantan falsos testigos
    que respiran violencia.

 Pero de una cosa estoy seguro:
    he de ver la bondad del Señor
    en esta tierra de los vivientes.

 Pon tu esperanza en el Señor;
    ten valor, cobra ánimo;
    ¡pon tu esperanza en el Señor!
(Salmo 27)