lunes, 31 de julio de 2017

GLORIFICARLO EN DONDE ESTÉS



1 Corintios 7:20
"Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede."


Algunas personas tienen la idea de que la única manera en que pueden vivir para Dios es haciéndose ministros, misioneros o pedicadores. ¡Ay! Cuántos serían excluidos de cualquier oportunidad de magnificar al Altísimo si éste fuera el caso. 


Amado, no es el tipo de oficio, sino la seriedad con que te tomes el servir a Dios. No es la posición, es la gracia la que nos permitirá glorificar a Dios. Él está muy bien glorificado en el puesto de ese zapatero, donde el trabajador piadoso es honrado, mientras da brillo a los zapatos, canta el amor del Salvador. Sí, es glorificado mucho más que en muchos puestos donde la religiosidad oficial cumple sus escasos deberes. El nombre de Jesús es glorificado por el pobre cartero mientras conduce su caballo o su bicicleta, mientras bendice a su Dios, o habla a su compañero de trabajo por el camino, tanto como por el predicador que habla a multitudes.

Dios es glorificado por nuestro servicio en nuestras propias vocaciones. Ten cuidado, querido lector, de que no abandones el camino del deber dejando tu ocupación, y ten cuidado de no deshonrar tu profesión mientras estás ejerciéndola. Todo comercio lícito puede ser santificado por el evangelio a los fines más nobles. Vayamos a la Biblia, y encontraremos las formas más humildes de trabajo relacionadas con los actos más atrevidos de fe, o con personas cuyas vidas han sido ilustres y ejemplos de santidad. 

Por lo tanto, no estés descontento con tu llamado. Todo lo que Dios ha hecho por ponerte en esa posición, o en ese trabajo, es porque desea que des frutos allí. Permite que tu primer cuidado sea glorificar a Dios hasta el máximo allí donde estás. Llena tu espacio actual con alabanza, y si Él te necesita en otro lugar, te lo mostrará. ¡Glorifica a Dios en donde estés!

domingo, 30 de julio de 2017

SEPARADOS


Éxodo 8:28
"Dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos; orad por mí."


Esta es una palabra astuta de labios del faraón tirano de esa época. Si los pobres esclavos israelitas necesitan salir de Egipto, entonces negociará con ellos para que se queden cerca. No demasiado lejos para que escaparan del terror de sus brazos, y la observación de sus espías. De la misma manera, el mundo no desea tenernos lejos, sino siempre al alcance, para seguirnos esclavizando con los sistemas apartados de Dios que ofrece. 


La sabiduría mundana recomienda el camino del compromiso, y habla de "moderación". Según esta política carnal, se admite que la pureza es muy deseable, pero se nos advierte que no es demasiado precisa. Que podemos ser creyentes, pero "no de remate". La verdad es, por supuesto, el camino a seguir, pero el error no debe ser severamente denunciado. "Sí", dice el mundo, "ser espiritual es bueno, pero no te niegues a una pequeña sociedad gay, un baile ocasional, y una visita a un concierto de un grupo que no habla nada de Dios". 

Si seguimos al Señor enteramente, debemos irnos enseguida al desierto de la separación, y dejar atrás el Egipto del mundo carnal. Debemos dejar sus máximas, sus placeres y su sistema de creencias también, e ir muy lejos al lugar donde el Señor nos llama a ser santificados. Cuando la ciudad está en llamas, nuestra casa no puede estar demasiado cerca de las llamas.

Cuanto más lejos de una víbora mejor, y cuanto más lejos de la conformidad mundana mejor. A todos los verdaderos creyentes les digo que tarde o temprano oirán el sonido de la trompeta y la voz que dice: "Salid de en medio de ellos, sed separados."

sábado, 29 de julio de 2017

NO VOLVAMOS A LA CORRUPCIÓN




2 Pedro 1:4
"Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;"


Desaparecer para siempre todo pensamiento de complacerse en la carne es señal de que alguien ha tenido un encuentro con el Señor resucitado. "¿Por qué buscáis al que vive entre los muertos?" Dijo el ángel a Magdalena. ¿Debía morar el viviente en el sepulcro? ¿Debe la vida divina ser inmersa en la misma casa donde hay lujuria carnal? ¿Cómo podemos tomar la copa del Señor y beber la copa de Belial? 


Ciertamente, creyente, de las lujurias y pecados abiertos hemos sido claramente liberados. Pero... ¿también hemos escapado de las más secretas y engañosas ramitas del enemigo de nuestras almas? ¿Hemos renunciado al orgullo? ¿Habremos escapado de la pereza? Recuerda, es para esto que has sido enriquecido con los tesoros de Dios. Si eres el elegido de Dios y amado por Él, no permitas que todo el prodigioso tesoro de la gracia sea desperdiciado sobre ti. Anhelemos una vida de santidad.

Es la corona y la gloria del cristiano. Una iglesia que se complace en el mundo es inútil y carente de estima entre los hombres. Es una abominación, la risa del infierno, el aborrecimiento del cielo. Los peores males que han venido jamás sobre el mundo han sido traídos sobre ella por ser una iglesia impía. Oh Cristiano, los votos de Dios están sobre ti. Tú eres sacerdote de Dios: actúa como tal. 

Tú eres elegido por Dios: no te asocies con Belial. El Cielo es tu porción: vive como un espíritu celestial, así probarás que tienes fe verdadera en Jesús, porque no puede haber fe en el corazón a menos que haya santidad en la vida.

"Señor, deseo vivir como alguien que lleva un nombre comprado por la sangre, como quien teme, y no desea una vida lejos de tí. Así sea mi Dios"

viernes, 28 de julio de 2017

BUSCANDO AYUDA



Isaías 14:10
"Todos ellos darán voces, y te dirán: ¿Tú también te debilitaste como nosotros, y llegaste a ser como nosotros?"


¿Cuál debe ser la condena del profesor apóstata cuando su alma desnuda aparece ante Dios? ¿Cómo cargará con esa voz que rechaza a los que han servido de escándalo a los más pequeños? ¿Cuál será la vergüenza de este personaje en el último gran día en el que, ante multitudes reunidas, el apóstata será desenmascarado? 


Ser maestro es un tema delicado. El libro de Santiago lo expone. Si estamos enseñando la Palabra de Dios, tengamos cuidado, porque es una responsabilidad tremenda. Podemos conducir a la verdad, o al error. "Examínense ustedes mismos, si están en la fe.", dice la Escritura. Examinémonos bien. Veamos si estamos en Cristo verdaderamente o no. Es la cosa más fácil en el mundo dar un veredicto indulgente cuando uno mismo debe ser juzgado... Seamos justo con todos, pero especialmente riguroso con nosotros mismos en el tema de la enseñanza de la Biblia. 

Recuerda que si no es una roca sobre la cual edificas, cuando caiga la casa, grande será la caída también. Que el Señor nos dé sinceridad, constancia y firmeza. Que seamos encontrados irreprochables e íntegros. Así sea.

jueves, 27 de julio de 2017

REFUGIO SEGURO


Génesis 8:9
"Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra. Entonces él extendió su mano, y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca."


Lector, ¿puedes encontrar descanso en un lugar lejos de nuestra arca, Cristo Jesús? ¿Estaremos satisfechos con algo menos que un conocimiento consciente de Cristo? Si es así, ¡ay de nosotros! Si profesamos ser cristianos, pero encontramos satisfacción plena en los placeres mundanos y en sus actividades, nuestra profesión es falsa. 


Si mi alma se puede estirar en reposo, y encontrar la cama lo suficientemente larga, y la colcha lo suficientemente amplia como para cubrirla en las cámaras del pecado, entonces sería yo un hipócrita, y lo suficientemente lejos de cualquier pensamiento correcto de Cristo o la percepción de su preciosidad. Pero hay esperanza, en tanto tengamos vida: Si nos arrepentimos genuinamente y buscamos refugio y consuelo en Dios y Jesucristo, podemos cambiar. Con todos los pecados e imperfecciones, podemos ser rescatados si acudimos a Él, fuente de gracia y perdón. 

No podemos seguir viviendo en las arenas del desierto, queremos el maná que desciende de lo alto. Nuestras botellas de confianza en la criatura no pueden darnos una gota de humedad, sino que debemos beber de la roca eterna, que es Cristo. 

Cuando te alimentes de Él, tu alma puede cantar: "Él ha satisfecho mi boca con cosas buenas, de modo que mi juventud se renueva como la del águila", pero si no lo tienes, tu tanque lleno de vino y granero lleno no puede darte ningún tipo de satisfacción. Busquemos refugio y consuelo en el arca modelo, en Cristo Jesús el Señor.

miércoles, 26 de julio de 2017

RECTITUD



Daniel 3:16-18
"Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto.
He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará.
Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado."


La narración del valor y de la liberación maravillosa de estos tres que amaban a Dios está bien calculada para exhortar e implantar en la mente de los creyentes firmeza en defender la verdad en los dientes de la tiranía y en las mismas mandíbulas de la muerte. 


Que los jóvenes cristianos de hoy día aprendan de este ejemplo, tanto en materia de fe en Dios, como en asuntos de rectitud en los negocios es nuestro deseo. En estos días tan duros, se pierde hasta la dignidad cuando se desea algo. Es complicado entender que Dios está en todos lados y que no podemos estar predicando una cosa y actuando en lado contrario. 

Recuerda que la vida de un hombre no consiste en la abundancia de lo que posee. El tener un espíritu sin enojo, tener un corazón vacío de ofensa, tener el favor y la sonrisa de Dios, es mayor riqueza que las minas más abundantes de la tierra. "Mejor es una cena de hierbas donde está el amor, que una casa en contiendas donde se come carne". 

Una onza de la facilidad del corazón vale una tonelada de oro. Un momento en su presencia vale más que una eternidad sin Él.

martes, 25 de julio de 2017

LOS QUE OYEN LA PALABRA Y LA OBEDECEN




Lucas 11:27-28
"Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste.
Y Él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan."


Algunos piensan que debe haber tenido privilegios muy especiales por haber sido la madre de nuestro Señor, porque supusieron que ella tenía el beneficio de mirar en su corazón de una manera que no podemos esperar. Puede haber muchas cosas en una suposición. No tenemos pruebas de que María supiera más que otros, pero definitivamente es un modelo a seguir, por su obediencia y dejar su vida de lado con tal de seguir el llamado del Señor. 


Si vemos la respuesta de Jesús en el texto de hoy, sabemos que todo lo que ella sabía, también nosotros lo podemos descubrir. ¿Te maravillas de que deberíamos decirlo? He aquí un texto para probarlo: "El secreto del Señor está con los que le temen, Él les mostrará su pacto". Recuerda las palabras del Maestro: "De aquí en adelante yo no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor, sino que yo os he llamado amigos, porque todo lo que he oído de mi Padre os he dado a conocer". 

Tan benditamente este Divino Revelador de secretos nos abre su corazón, que no guarda nada que nos sea provechoso. Su propia forma de transmitirnos seguridad es: "Si no fuera así, te lo habría dicho." ¿No se manifiesta hoy en nosotros como no hace al mundo? Es así. 

Por estas verdades que hemos aprendido hoy, no gritaremos de forma insensata: "Bienaventurado el vientre que te ha dado a luz", sino que bendeciremos a Dios inteligentemente que, habiendo oído la Palabra y habiéndola guardado, primero tenemos la verdadera comunión con el Salvador como María misma la tenía. ¡No se puede ser más privilegiado!

lunes, 24 de julio de 2017

PRIMICIAS DEL ESPÍRITU Y ADOPCIÓN



Romanos 8:23
"Y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo."


Entendamos un poco más del contexto de este versículo: Entre los romanos, un hombre podía adoptar a un niño, y mantenerlo en privado por mucho tiempo. Pero existía un segundo rito de adopción, que se hacía en público: Cuando el niño era llevado ante las autoridades constituidas sus antiguas prendas eran sacadas y el padre que lo tomó como su hijo le daba simbólicamente un vestido adecuado a su nueva condición de vida. 


"Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no ha aparecido lo que seremos". Todavía no estamos vestidos con la ropa que corresponde a la familia real del cielo. Llevamos en esta carne y sangre lo que usamos como hijos de Adán, pero sabemos que "cuando aparezca" el "primogénito entre muchos hermanos", seremos como Él, lo veremos como es. ¿Te puedes imaginar que un niño tomado de las filas más bajas de la sociedad y adoptado por un senador romano se dijera a sí mismo: "Anhelo el día en que me vaya a adoptar públicamente ... Entonces dejaré estas vestiduras plebeyas y seré vestido como me corresponde según mi condición de hijo de senador"? 

Feliz por lo que ha recibido, por eso mismo gime para obtener la plenitud de lo que se le prometió. Así es con nosotros hoy. Estamos esperando hasta que nos pongamos nuestras vestimentas apropiadas, y nos manifestemos como los hijos de Dios. Somos jóvenes nobles, y todavía no hemos usado nuestras coronas. Somos jóvenes novias, y el día del matrimonio todavía no ha llegado. 

Nuestra alegría, como un resorte hinchado, anhela levantarse como un géiser de Islandia, saltando a los cielos, y se agita y gime dentro de nuestro espíritu por falta de espacio para manifestarse a los hombres. ¡Pero el día llegará! Sigamos confiando y esperando en Él.

domingo, 23 de julio de 2017

TORTA NO VOLTEADA



Oseas 7:8
"Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín fue torta no volteada."


Una torta no "volteada" no está cocida de un lado. Y por lo tanto Efraín estaba así, en muchos aspectos, intacto por la gracia divina: aunque realmente lo que tenía era una obediencia parcial, todavía existía mucha rebelión. 


Veamos si no es ese nuestro caso. ¿Eres minucioso y detallista en las cosas de Dios? ¿Ha atravesado la gracia el centro mismo de tu ser para ser sentida en sus operaciones divinas en todas tus decisiones, tus acciones, tus palabras y tus pensamientos? Ser santificado en espíritu, alma y cuerpo, debe ser tu objetivo y oración. Y aunque la santificación no sea perfecta en ti en ningún grado, debe ser universal en su acción. No debe haber la apariencia de la santidad en un lugar y el pecado reinante en otro, de lo contrario tú, también, serás una torta no volteada.


Una torta que no se voltea pronto se quema en el lado más cercano al fuego, y aunque ningún hombre puede tener demasiada espiritualidad, hay algunos que parecen quemados negros con celo intolerante estar carbonizados de un lado, con una vanagloriosa ostentación farisaica de aquellas actuaciones religiosas que se ajustan a su humor. La aparición asumida de santidad superior con frecuencia acompaña a una total ausencia de toda piedad vital. El santo en público es un "diablo" en privado en algunas ocasiones. Él es harina en el día y cenizas en la noche. La torta que se quema en un lado, pero todavía es masa en el otro.



¡Si así es conmigo, oh Señor, vuelve conmigo! Vuelve mi naturaleza no santificada al fuego de tu amor y deja que sienta el resplandor sagrado, y deja que mi lado quemado se enfríe un poco mientras aprendo mi debilidad y mi falta de calor cuando me quitan de tu llama celestial. No me dejes encontrarme como un hombre de doble ánimo, sino uno enteramente bajo la poderosa influencia de la gracia reinante. 


Bien sé que si me quedo como una torta sin voltear, y no soy de ambos lados el sujeto de tu gracia, debo ser consumido para siempre en medio de las quemaduras eternas. ¡Ayúdame!

sábado, 22 de julio de 2017

COSAS INCONMOVIBLES



Hebreos 12:27
"Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles."


Tenemos muchas cosas en nuestra posesión en el momento presente que pueden ser sacudidas, y la excesiva preocupación puede enfermar a alguien que ponga su confianza en estas cosas, porque no hay nada estable debajo de estos cielos ondulantes. Nadie nos puede garantizar que algo va a seguir existiendo en el futuro. 


Sin embargo, tenemos ciertas "cosas que no pueden ser sacudidas", y te invito este día a pensar en ello. Cualesquiera que hayan sido tus pérdidas, si has entregado tu vida a Cristo, disfrutas de la salvación presente. Estás al pie de su cruz, confiando sólo en el mérito de la preciosa sangre de Jesús, y ningún aumento o caída de los mercados puede interferir con tu salvación y tu relación con Él. Dios es tu Padre. Ningún cambio de circunstancias puede robarte eso. Aunque hayas tenido grandes pérdidas y hayas sido despojado de cosas materiales, puedes decir: "Él es mi Padre todavía, en la casa de mi Padre hay muchas mansiones, por lo tanto, no voy a ser perturbado". 

Tienes otra bendición permanente: el amor de Jesucristo. El que es Dios y el Hombre te ama con toda la fuerza de su naturaleza amorosa y nada puede afectar eso. La higuera no puede florecer, y las ovejas pueden cesar del campo, pero tú puedes seguir recitando: "Mi amado es el mío, y yo soy suyo". Nuestra mejor porción y la herencia más rica que no podemos perder la tenemos en Cristo. 

Demostrémonos que no somos niños tan pequeños como para ser derribados por lo que puede suceder en este pobre y fugaz estado de tiempo. Nuestro país es la tierra de Emmanuel, nuestra esperanza está por encima del cielo, y por lo tanto, tranquilo como el océano del verano, veremos el naufragio de todo lo terrestre y sin embargo nos regocijaremos en el Dios de nuestra salvación. ¡Aleluya!

viernes, 21 de julio de 2017

TEMPLOS




Zacarías 6:13
"El edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono, y habrá sacerdote a su lado; y consejo de paz habrá entre ambos."


Cristo mismo es el constructor de su templo espiritual, y lo ha construido en las montañas de su inmutable afecto, de su gracia omnipotente y de su veracidad infalible. 


Pero como estaba el templo de Salomón, así pasa también acá: Los materiales necesitan prepararse. Existen los "Cedros del Líbano", pero no están enmarcados para el edificio. No están cortados, moldeados, y hechos en esos tablones de cedro, cuya belleza olorosa alegrará los atrios de la casa del Señor en el Paraíso. Existen también las piedras ásperas en la cantera, pero deben ser talladas de allí. Todo esto es obra de Cristo. Cada creyente individual está siendo preparado, pulido y preparado para su lugar en el templo. Pero la propia mano de Cristo realiza el trabajo de preparación. 

Las aflicciones por sí solas no pueden santificar, excepto porque son usadas por Cristo para este fin. Nuestras oraciones y esfuerzos no pueden prepararnos para el cielo, aparte de la mano de Jesús, que forma nuestros corazones correctamente. Como en la construcción del templo de Salomón, "no había ni martillo, ni hacha, ni utensilio de hierro oído en la casa", porque todo estaba perfectamente listo para el lugar exacto que debía ocupar. Así es con el templo que construye Jesús: La preparación está hecha en la tierra. Cuando lleguemos al cielo, no habrá santificación allí, porque ya toda la labor fue hecha acá. 

No, tenemos que encontrarnos aquí con toda la planificación que Cristo hará de antemano. Y cuando lo haya hecho, seremos transportados por una mano amorosa a través de la corriente de la muerte, y llevados a la Jerusalén celestial, para permanecer como columnas eternas en el templo de nuestro Señor.

"Debajo de su ojo y cuidado, El edificio se levantará, majestuoso, fuerte, y justo. Y brillará sobre los cielos."

jueves, 20 de julio de 2017

SUBE LA MONTAÑA




Isaías 40:9
"Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: !!Ved aquí al Dios vuestro!"


Nuestro conocimiento de Cristo es algo así como escalar una de las montañas en Gales. Cuando se está en la base se ve poco: La montaña en sí parece ser sólo la mitad de alto de lo que realmente es. Confinado en un pequeño valle, casi no se descubre nada más que los riachuelos ondulantes a medida que descienden al arroyo al pie de la montaña. Se sube una primera loma ascendente, y el valle se alarga y se ensancha bajo los pies. Si vamos más alto, vemos una encantadora perspectiva: Vemos la mayoría del país. 


Todavía se puede seguir subiendo, y la escena se agranda... Hasta que por fin, cuando estás en la cumbre, y miras al este, al oeste, al norte y al sur, ves casi toda Inglaterra que está delante de ti. Allá es un bosque en algún condado distante, quizás a doscientas millas de distancia, y luego el mar, y por allí un río brillante y las chimeneas que muestran partes de una ciudad de fabricación, o los mástiles de las naves en un puerto ocupado. 

Todas estas cosas te agradan y te deleitan, y tú dices: "No podría haber imaginado que se pudiera ver tanto en esta elevación". Ahora, la vida cristiana es del mismo orden. Cuando creemos primero en Cristo, vemos muy poco de Él. Cuanto más alto subamos más descubrimos de sus bellezas. Pero, ¿quién ha logrado llegar a la cumbre? ¿Quién ha conocido todas las alturas y profundidades del amor de Cristo que sobrepasa todo conocimiento? 

Pablo, cuando era viejo, ya todo lleno de pelo gris, temblando en una mazmorra en Roma, podía decir con mayor énfasis que nosotros, "sé a quién he creído", porque cada experiencia había sido como la subida de una colina, cada epístola había sido como ascender otra cumbre, y su muerte parecía ganar la cumbre de la montaña, de donde podía ver toda la fidelidad y el amor de aquel a quien había comprometido su alma. 

Sube, querido amigo, a la alta montaña. Empieza el ascenso hoy.

miércoles, 19 de julio de 2017

VERDAD FUNDAMENTAL




2 Timoteo 2:19
"Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo."


El fundamento sobre el cual descansa nuestra fe es éste: que "Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo consigo mismo, sin imputarles sus pecados". El gran hecho en que se basa la fe genuina es que "el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros", y que "Cristo también ha sufrido por el pecado, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios". "El mismo que llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el árbol". "Porque el castigo de nuestra paz estaba sobre Él, y por sus llagas fuimos nosotros curados". 


En una palabra, el gran pilar de la esperanza del cristiano es la sustitución. El sacrificio vicario de Cristo por los culpables, siendo Cristo hecho pecado por nosotros para que seamos hechos justicia de Dios en Él, Cristo ofreciendo un sacrificio expiatorio y sustitutivo verdadero y propio en el lugar y tiempo exactos.

Si se eliminara este hecho, ¿qué podríamos hacer? Nada, y lo sabemos. Nosotros descansamos en ese fundamento. Nos regocijamos en él, y nuestro deleite es sostenerlo, meditar en Él y proclamarlo, mientras deseamos ser impulsados ​​y movidos por la gratitud por ello en cada parte de nuestra vida y conversación. 

En estos días se hace un ataque directo a la doctrina de la expiación. Los hombres no soportan la sustitución. Ellos rechinan los dientes al pensar en el Cordero de Dios que lleva el pecado del hombre. Pero nosotros, que conocemos por experiencia la preciosidad de esta verdad, la proclamaremos con confianza y sin cesar. No lo diluiremos ni lo cambiaremos, ni lo gastaremos en ninguna forma o moda. Todavía será Cristo, un sustituto positivo, llevando la culpa y el sufrimiento humanos en el lugar de los hombres. 

No podemos, no nos atrevemos a renunciar, porque es nuestra vida, y a pesar de toda controversia sentimos que "sin embargo, el fundamento de Dios está seguro". Bendito sea nuestro Señor.

martes, 18 de julio de 2017

EL MÁS HERMOSO




Salmos 45:2
"Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;
La gracia se derramó en tus labios;
Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre."


La persona entera de Jesús es una joya perfecta, y su vida no es más que una impresión del sello que deja esa joya. Está completamente perfecto. No sólo en sus varias partes, sino como un todo glorioso. Su carácter no es una masa de colores claros mezclados confusamente, ni un montón de piedras preciosas colocadas descuidadamente una sobre otra. Es un cuadro de belleza y una coraza de gloria. En Él, todas las "cosas de buena reputación" están en sus lugares apropiados, y ayudan a adornarse el uno al otro. Ninguna característica de su gloriosa persona atrae la atención a costa de los demás... Pero Él es perfectamente y completamente encantador.



¡Oh Jesús! Tu poder, tu gracia, tu justicia, tu ternura, tu verdad, tu majestad y tu inmutabilidad constituyen tal hombre, o más bien un Dios-hombre, como ni el cielo ni la tierra han visto nunca. Tu infancia, tu eternidad, tus sufrimientos, tus triunfos, tu muerte y tu inmortalidad están todos tejidos en un hermoso tapiz, sin costuras ni divisiones. Tú eres música sin discordia. Tú eres muchos, y sin embargo no estás dividido. Tú eres todas las cosas, pero no diversas. Como todos los colores se funden en un arco iris resplandeciente, todas las glorias del cielo y de la tierra se encuentran en ti y se unen tan maravillosamente, que no hay nadie como tú en todas las cosas. 


No, si todas las virtudes de los más excelentes estuvieran unidas en un solo haz, no podrían rivalizar contigo, espejo de toda perfección. Tú has sido ungido con el aceite santo de mirra, y en cuanto a tu fragancia, es como el perfume sagrado, semejante al que ningún otro puede hacer, ni siquiera con el arte del boticario. Cada especia es fragante, pero la tuya es divina.

Mi Dios, mi melodía, mi Señor, mi Cristo, mi Salvador. ¡Eres el más hermoso de los hijos de los hombres!

lunes, 17 de julio de 2017

¡A SEGUIRLO!



Marcos 1:18
"Y dejando luego sus redes, le siguieron."


Cuando oyeron el llamado de Jesús, Simón y Andrés obedecieron sin demora. Si siempre, puntualmente y con celo decidido, ponemos en práctica lo que oímos del Señor, o en la primera ocasión oportuna, nuestra vida sería un enriquecimiento espiritual constante.


Como "Vida En El Espíritu" nos preocupa mucho que nuestra vida espiritual, nuestra lectura de la Biblia no sea tan frecuente como debería, y por lo tanto oramos para que los lectores no sean sólo lectores sino hacedores de la palabra. La práctica de la verdad es la lectura más provechosa de la Biblia. Si el lector está siento tocado o exhortado con cualquier motivación de Dios mientras lee estas palabras, que se apresure a cumplirlo antes de que el santo resplandor se haya alejado de su alma, y ​​que deje sus redes, así como los pescadores y que acudan a seguir al Señor. 

¡No demos lugar al diablo! No nos demoremos. Feliz es la persona decidida a llevar a cabo las enseñanza del Maestro ¡Ojalá Dios nos diera tal recompensa por medio de estas breves meditaciones y sugerencias diarias! Que Dios se ocupe de dar el crecimiento en la semilla diaria de la Palabra que es sembrada en este medio. Así sea.

domingo, 16 de julio de 2017

¿ZARANDEADO?



Amós 9:9
"Porque he aquí yo mandaré y haré que la casa de Israel sea zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una criba, y no cae un granito en la tierra."


Cada tamizado viene por orden divina y permiso. El diablo 'debe' pedir permiso antes de que haya podido poner un dedo sobre Job. Más aún, en cierto sentido, nuestros tamices son directamente obra del cielo, porque el texto dice: "Haré que la casa de Israel sea zarandeada..." El diablo puede sostener el tamiz, esperando destruir el grano, pero la mano dominante del Maestro está logrando la pureza del grano por el mismo proceso que el enemigo pretendía destruirlo.


El Señor Jesús seguramente usará el abanico que está en su mano, y dividirá lo precioso de lo vil. En el tamiz el verdadero peso es el que sale a luz. Las cáscaras y la paja que carecen de sustancia deben volar ante el viento, y sólo quedará el maíz sólido.

Observa la completa seguridad del trigo del Señor: Incluso el mínimo de grano tiene una promesa de preservación. El mismo Dios los limpia de la manera más eficaz, "como el maíz es tamizado en un tamiz". Y sin embargo, por todo esto, no se permite caer al suelo el grano más pequeño, más ligero o más arrugado. Cada creyente individual es precioso a los ojos del Señor, un pastor no pierde una oveja, ni un joyero un diamante, ni una madre un hijo, ni un hombre un miembro de su cuerpo, ni el Señor perderá a uno de sus redimidos. 


Por muy poco que creamos que somos, si somos del Señor, podemos alegrarnos de que seamos preservados en Cristo Jesús.

sábado, 15 de julio de 2017

MI AMADO

Cantares 2:16
"Mi amado es mío, y yo suya;
El apacienta entre lirios. "


Seguramente si hay un versículo feliz en la Biblia es éste: "Mi amado es mío, y yo soy suyo". Tan pacífico, tan lleno de seguridad, tan lleno de felicidad y contentamiento, que bien pudo haber sido escrito por la misma mano que escribió el Salmo 23. Sin embargo, aunque la perspectiva es excesiva y hermosa ,no es todo un paisaje iluminado por el sol. Hay una nube en el cielo que proyecta una sombra sobre la escena. Escucha: "Hasta que se rompa el día, y las sombras huyan".


Amado, este puede ser tu presente estado de ánimo: No dudas de tu salvación, y bien sabes que Cristo es tuyo, pero no estás comiendo con Él. Comprendes tu interés vital en Él, para que no tengas sombra de duda de que eres Suyo y de que es tuyo, pero su mano izquierda no está debajo de tu cabeza, ni su mano derecha te abraza. Una sombra de tristeza es echada sobre tu corazón, quizás por la aflicción, ciertamente por la ausencia temporal de tu Señor, así que aun exclamando: "Yo soy suyo", tú estás obligado a arrodillarte y a orar: "¿Dónde está Él?" 


Y la respuesta viene: "Él apacienta entre los lirios". Si buscamos a Cristo, debemos entrar en comunión con su pueblo, debemos llegar a las ordenanzas con sus santos. ¡Oh, no dejes pasar más el tiempo, cena con Él esta noche!

viernes, 14 de julio de 2017

ESPÍRITU SANTO



Hechos 2:4
"Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen."


No nos alcanzaría el tiempo para agradecer las bendiciones de este día si todos nosotros estuviéramos llenos del Espíritu Santo. Las consecuencias de este relleno sagrado del alma sería imposible de sobrestimar. Vida, comodidad, luz, pureza, poder, paz... Y muchas otras bendiciones preciosas son inseparables de la presencia benigna del Espíritu. 


Como aceite sagrado, unge la cabeza del creyente, lo distingue del sacerdocio de los santos, y le da gracia para ejecutar su oficio correctamente. Como la única agua verdaderamente purificadora nos limpia del poder del pecado y nos santifica a la santidad, obrando en nosotros a voluntad y hacer del bien del Señor. Como la luz, nos manifestó al principio nuestra herencia perdida, y ahora nos revela al Señor Jesús a nosotros y en nosotros, y nos guía en el camino de la justicia. Iluminado por su puro rayo celestial, no somos más tinieblas, sino luz en el Señor. 

Como fuego, Él nos purga de la escoria, y pone nuestra naturaleza consagrada en un resplandor. Él es la llama sacrificial por la cual podemos ofrecer nuestras almas enteras como un sacrificio vivo a Dios. Como rocío celestial, elimina nuestra esterilidad y fertiliza nuestras vidas. ¡Oh, que cayera de lo alto sobre nosotros a esta hora temprana sería lo máximo! Tal rocío de la mañana sería un dulce comienzo para el día. Como la paloma, con alas de amor pacífico, guía a la Iglesia y sobre las almas de los creyentes, y como Consolador disipa los cuidados y las dudas que afectan la paz de su amada. 

Desciende sobre los escogidos como sobre el Señor en el Jordán, y da testimonio de su adopción, obrando en ellos un espíritu filial por el cual claman Abba, Padre. Como el viento, trae el aliento de la vida a los hombres. Soplando donde Él lo llama, realiza las operaciones de aceleración por medio de las cuales la creación espiritual es animada y sostenida. 

Que Dios nos permita sentir la presencia del Espíritu Santo este día y cada día de nuestra vida. En el nombre de Jesús, amén.

jueves, 13 de julio de 2017

UN JARDÍN




Cantares 5:1
"Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa mía;
He recogido mi mirra y mis aromas;
He comido mi panal y mi miel,
Mi vino y mi leche he bebido.
Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados."


El corazón del creyente es el jardín de Cristo. Lo compró con su preciosa sangre, y entra en él y lo reclama como suyo. Un jardín implica cuidado. No es el patio común abierto. No es un desierto. Está amurallado alrededor o cubierto. Deberíamos ver que el muro de separación entre la iglesia y el mundo se hizo más amplio y más fuerte. Se hace triste oír a los cristianos decir: "Bueno, no hay daño en esto, no hay daño en eso", acercándose así lo más posible al mundo. 


La gracia está en un bajo reflujo en esa alma que puede incluso plantear la cuestión de hasta dónde puede ir en conformidad mundana. Un jardín es un lugar de belleza, que supera con mucho las tierras silvestres incultas. El verdadero cristiano debe buscar ser más excelente en su vida que el mejor moralista, porque el jardín de Cristo debe producir las mejores flores en todo el mundo. 

Incluso el mejor jardín es pobre en comparación con los méritos de Cristo. No lo dejemos con plantas marchitas y enanas. Los lirios y rosas más raros, más ricos y elegidos deben florecer en el lugar que Jesús llama suyo. El jardín es un lugar de crecimiento. Los santos no deben permanecer subdesarrollados, sino dando siempre brotes y flores. Debemos crecer en gracia, y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. El crecimiento debe ser rápido donde Jesús es el Esposo, y el Espíritu Santo el rocío desde arriba. Un jardín es un lugar de retiro. Así que el Señor Jesucristo quiere que reservemos nuestras almas como un lugar en el cual pueda manifestarse al mundo. 

A menudo nos preocupamos y nos inquietamos, como Marta, con mucho servicio, de modo que no tenemos la habitación para Cristo que María tenía, y no nos sentamos a sus pies como deberíamos. El Señor conceda las dulces regaderas de su gracia para regar su jardín este día.

miércoles, 12 de julio de 2017

MI REDENTOR



Isaías 54:5
"Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado."


Jesús, el Redentor, es nuestro y vive para siempre. Todos los oficios de Cristo son obtenidos por y para nosotros. Él es rey para nosotros, sacerdote para nosotros, y profeta para nosotros. Cada vez que leemos un nuevo título del Redentor, lo apropiamos como nuestro bajo ese nombre tanto como bajo cualquier otro. 


El bastón del pastor, la vara del padre, la espada del capitán, la mitra del sacerdote, el cetro del príncipe, el manto del profeta, son todos nuestros. Jesús no tiene dignidad que no emplee para nuestra exaltación, y ninguna prerrogativa que no ejerza para nuestra defensa. Su plenitud de Dios es nuestra grande e inagotable casa del tesoro.

Para nosotros, nuestro misericordioso Señor comunica la virtud inmaculada de un carácter inoxidable. Nos da la eficacia meritoria de una vida devota. En nosotros Él concede la recompensa obtenida por la sumisión obediente y el servicio incesante. Él hace que la vestidura inmaculada de su vida sea nuestra belleza protectora. Las virtudes brillantes de su carácter, nuestros ornamentos y joyas... Y la sobrehumana mansedumbre de su muerte nuestra alabanza y gloria. 


Él nos legó su pesebre para aprender cómo Dios descendió al hombre, y su Cruz para enseñarnos cómo el hombre puede subir a Dios. Todos sus pensamientos, emociones, acciones, enunciados, milagros e intercesiones eran para nosotros. Él pisó el camino de la tristeza en nuestro favor, y ha hecho para nosotros como su legado celestial los resultados completos de todos los trabajos de su vida. Ahora es tanto nuestro como antes. 

Cristo en todas partes y en todos los sentidos es nuestro Cristo, para siempre para que disfrutemos su presencia cada día. ¡Oh alma mía, por el poder del Espíritu Santo! Llámalo esta mañana, "tu Redentor".

martes, 11 de julio de 2017

POZO DE AGUA VIVA



Números 21:17
"Entonces, cantó Israel este cántico:
    Sube, oh pozo; a él cantad;"


Famoso era el pozo de Beer en el desierto, porque era el tema de una promesa: "Ese es el pozo del cual el Señor habló a Moisés para que reuniera al pueblo para darles agua". La gente necesitaba agua, y fue prometida por su Dios misericordioso. Necesitamos nuevos suministros de la gracia celestial, y en el pacto el Señor se ha comprometido a dar todo lo que necesitamos. 


El pozo se convirtió en la causa de una canción. Antes de que brotara el agua, la fe alegre llevó al pueblo a cantar. Y al ver la fuente de cristal brotar, la música creció aún más fuerte y alegre. De la misma manera, nosotros que creemos en la promesa de Dios, nos alegraremos con la perspectiva de los avivamientos divinos en nuestras almas, y al experimentarlos nuestra santa alegría debe desbordarse. 

¿Tenemos sed? No murmuremos, sino que cantemos. La sed espiritual es amarga de soportar, pero no necesitamos soportarla... la promesa indica un pozo; Seamos de buen corazón, y busquémoslo. Lo que Dios se ha comprometido a dar, sepamos que lo dará. Esta noche pedimos que la Escritura que hemos leído y nuestros ejercicios devocionales no sean una formalidad vacía, sino un canal de gracia para nuestras almas. 

Por último, el pozo fue objeto de esfuerzo. Los nobles del pueblo lo cavaron con sus talentos y fuerzas. El Señor nos quiere activar en la obtención de la gracia. Nuestras duelas están mal adaptadas para cavar en la arena, pero debemos utilizarlas al máximo de nuestra capacidad. La oración no debe ser descuidada. La reunión de la iglesia mismos no debe ser abandonada. Las ordenanzas no deben ser menospreciadas. 

El Señor nos dará su paz más abundantemente, pero no en una forma de ociosidad. Pongámonos pues en busca de aquel en quien están todos nuestros manantiales frescos.

lunes, 10 de julio de 2017

¡AYUDA!



Salmos 12:1
"Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos;
    Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres."


La oración misma es notable, porque es corta, pero sazonable, sentenciosa y sugestiva. David lloró la aflicción de los hombres fieles, y por lo tanto levantó su corazón en súplica y coherencia - cuando la criatura falló, fue al Creador. 


Evidentemente sentía su propia debilidad, o no habría pedido ayuda. Pero al mismo tiempo pretendía honestamente esforzarse por la causa de la verdad, porque la palabra "ayuda" es inaplicable donde nosotros mismos no hacemos nada. Hay mucho de franqueza, claridad de la percepción y claridad de la expresión en esta petición de dos palabras. Mucho más, en efecto, que en los largos derrames de ciertos que se creen eruditos. El salmista se dirige directamente hacia su Dios, con una oración bien considerada. Él sabe lo que está buscando, y dónde buscarlo. Señor, enséñanos a orar de la misma manera bendita.


Las ocasiones para el uso de esta oración son frecuentes. Los guerreros espirituales en conflictos internos pueden orar a Dios para pedir refuerzos, y esto será un modelo para su petición. Los obreros en el trabajo celestial pueden así obtener gracia en tiempos de necesidad. De hecho, en todos estos casos, tiempos y lugares, esto servirá al turno de las almas necesitadas. "Ayuda, Señor".


En Él se encuentra nuestra ayuda, no dejemos de clamarle nunca. La respuesta a la oración es cierta, si se ofrece sinceramente a través de Jesús. El carácter del Señor nos asegura que no dejará a su pueblo. Su relación como Padre y Esposo nos garantiza su ayuda. El don de Jesús es una promesa de todo bondad. Y su promesa segura es: "No temas, yo te ayudaré".

domingo, 9 de julio de 2017

LUZ Y SALVACIÓN



Salmos 27:1
"Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?
Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?"


"El Señor es mi luz y mi salvación". Aquí está el interés personal: "mi luz", "mi salvación". El alma está segura de ello, y por lo tanto lo declara con valentía. En el alma en el nuevo nacimiento la luz divina se vierte como el precursor de la salvación... Donde no hay luz suficiente para revelar nuestra propia oscuridad y para hacernos anhelar al Señor Jesús, no hay evidencia de salvación. Después de la conversión nuestro Dios es nuestro gozo, consuelo, guía, maestro, y en todos los sentidos nuestra luz: Él es la luz interior, la luz alrededor, la luz reflejada de nosotros y la luz que se nos revelará. 


Nota que no se dice simplemente que el Señor da luz, sino que Él es luz; Ni que Él da la salvación, sino que Él es salvación. Entonces, todo aquel que por fe se ha acercado a Dios, tiene todas las bendiciones del pacto en su posesión. Esto nos lleva a lo siguiente: "¿A quién temeré?" Una pregunta que da su propia respuesta. Los poderes de las tinieblas no deben ser temidos, porque el Señor, nuestra luz, los destruye, y la condenación del infierno no debe ser temida por nosotros, porque el Señor es nuestra salvación. 

Este es un desafío muy diferente al del jactancioso Goliat, porque no descansa en el poder presumido de un brazo de carne, sino en el poder real del omnipotente YO SOY. "El Señor es la fortaleza de mi vida". Aquí hay un tercer epíteto brillante, para demostrar que la esperanza del escritor fue fijada con una cuerda triple que no podía romperse. Podemos acumular términos de alabanza donde el Señor prodiga obras de gracia. Nuestra vida deriva toda su fuerza de Dios, y si se digna hacernos fuertes, no podemos ser debilitados por todas las maquinaciones del adversario. 

"¿De quién tendré miedo?" La audaz pregunta mira tanto al futuro como al presente. "Si Dios es por nosotros", ¿quién puede estar en contra de nosotros, ahora o en el tiempo venidero? ¡Aleluya!

sábado, 8 de julio de 2017

CONFIANZA



Juan 10:28
"y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano."


El cristiano nunca debe pensar o hablar a la ligera de la incredulidad. Para que un hijo de Dios desconfíe de su amor, su verdad, su fidelidad, le deben ser grandemente desagradables. ¿Cómo podemos dudar de su gracia? ¡Cristiano! Es contrario a todas las enseñanzas de la preciosa Palabra de Dios que siempre olvidemos lo que Dios ha hecho. Si pudiera ser así, ¿cómo podría ser mentiroso el que ha dicho: "¿Puede una mujer olvidar a su hijo, y que no tenga compasión del hijo de su vientre?" Aunque ella olvide, nunca me olvidaré de ti." 


¿Cuál sería el valor de esta promesa: "Los montes se apartarán y los cerros se quitarán, pero mi bondad no se apartará de ti, ni el pacto de mi paz será quitado, dice el Señor que tiene misericordia de ti". ¿Y dónde dejamos las palabras de Cristo?: "Yo doy a mis ovejas la vida eterna, y nunca perecerán, y nadie las arrancará de mi mano." Mi Padre, que me las dio, es más grande que todos". 

¿Dónde estaría la verdad de Dios, su honor, su poder, su gracia, su pacto, su juramento, si alguno de aquellos por quienes Cristo ha muerto, y que han puesto su confianza en él, destapara los temores incrédulos que deshonran a Dios. Levántate, sacúdate del polvo, y pon tus hermosas vestiduras. Recuerda que es pecaminoso dudar de Su Palabra en la cual te ha prometido que nunca perecerás. 

Que la vida eterna dentro de ti se exprese con gozo confiado. ¡Que nunca dudemos de nuestro Todopoderoso Dios!

viernes, 7 de julio de 2017

CUANDO ÉL ABRE...



Apocalipsis 3:7
"Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre."


Jesús es el guardián de las puertas del paraíso y ante cada alma creyente abre una puerta, que ningún hombre o demonio podrá cerrar. Qué alegría será encontrar que la fe en Él es la llave de oro de las puertas eternas. Hermano, ¿llevas esta llave en tu pecho, o confías en alguna trampa engañosa, que te fallará al final? 


Escucha esta parábola del predicador, y acuérdate: El gran Rey ha hecho un banquete, y ha proclamado a todo el mundo que nadie entrará sino aquellos que traen consigo la más bella flor que florece. Los espíritus de los hombres avanzan a la puerta por millares, y traen cada uno la flor que él estima como la reina del jardín. Algunos llevan en sus manos el trébol de la superstición, o las alabanzas de Roma, o la rosa de la justicia propia, pero éstos no son queridos por el Rey. ¿Te has fijado en la rosa de Sarón? ¿Siempre llevas el lirio de los valles en tu pecho? Si es así, cuando vayas a las puertas del cielo, conocerás su valor, porque sólo tienes que mostrar esta flor escogida, y la puerta se abrirá: no por un momento sino que tendrás acceso eternamente. 

Encontrarás tu camino con la rosa de Sarón en tu mano, hasta el trono de Dios mismo, porque el cielo mismo no posee nada que opaque su radiante belleza, y de todas las flores que florecen en el paraíso no hay nadie que pueda rivalizar con el lirio del valle. Creyente, haz que el rojo sangre del Calvario suba a tu mano por la fe, por el amor, por la comunión, la santidad, y serás bendecido más allá de toda dicha, feliz más allá de un sueño. 

Jesús, sé mío para siempre, Dios mío, mi cielo, mi todo.

jueves, 6 de julio de 2017

RISAS




Génesis 21:6
"Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reír, y cualquiera que lo oyere, se reirá conmigo."


Estaba muy por encima del poder de la naturaleza, e incluso en contra de sus leyes, que la anciana Sara debía ser honrada con un hijo. Y aún así está más allá de todas las reglas ordinarias que yo, un pecador pobre, indefenso y deshecho, debo encontrar gracia para soportar mi alma en el Espíritu que mora en el Señor Jesús. 


Yo, que una vez me alejé de Dios, cuando mi naturaleza estaba seca y estéril, y maldita como un desierto salvaje, hasta he sido hecho para dar fruto de santidad. Bueno, que mi boca se llene de risa gozosa, por la gracia singular y sorprendente que he recibido del Señor, porque he encontrado a Jesús, la semilla prometida, y Él es mío para siempre. Este día levantaré salmos de triunfo al Señor que se ha acordado de mi bajeza, porque "mi corazón se regocija en el Señor, mi poderío se exalta en el Señor, mi boca se agranda sobre mis enemigos, porque me gozo en Su salvación."


Yo haría que todos aquellos que oyeran de mi gran liberación del infierno, y mi bendita visita desde lo alto que rieran de alegría conmigo. Edificaría a la Iglesia con mis agradecidas confesiones... El Señor Jesús es un mar profundo de gozo: mi alma se sumergirá en Él, será absorbida por los placeres de su presencia. 


Sara miró a su Isaac, y rió con exceso de éxtasis, y todos sus amigos se rieron con ella. Y tú, mi alma, mira a tu Jesús, y haz que el cielo y la tierra se unan en tu gozo indecible.

miércoles, 5 de julio de 2017

TEN MISERICORDIA, SEÑOR




Daniel 9:8
"Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos."


Un sentido profundo y una visión clara del pecado, su atrocidad, y el castigo que merece, debe hacernos vivir mejor y de acuerdo con los mandamientos de Dios. 


Hemos pecado como cristianos. ¡Ay! Favorecidos como hemos sido, hemos sido aún ingratos: privilegiados más allá de la mayoría, no hemos dado fruto en proporción a la bondad recibida. ¿Quién de nosotros, aunque pueda haber estado ocupado en la guerra cristiana, no se ha avergonzado cuando mira hacia atrás en el pasado? En cuanto a nuestros días antes de que fuéramos regenerados, perdonados y redimidos, todos tenemos algo de qué sentir pena. Pero desde entonces, aunque no hemos pecado como antes, sin embargo, hemos pecado contra la luz y contra el amor de Dios.

Pero no es para que nos quedemos lamentándonos. ¡Mira a David! Muchos hablarán de su pecado, pero él cada vez que vemos los salmos, vemos a un ser humano genuinamente arrepentido. ¡Mira, otra vez, a Pedro! Hablamos mucho de que Pedro niega a su Maestro. Pero recuerda, está escrito: "Lloró amargamente". ¿Quién no se ha sentido terriblemente mal luego de pecar y ofender a Dios?

Alma mía, inclínate bajo el sentido de tu pecado natural, y adora a tu Dios. ¡Admira la gracia que te salva, la misericordia que te perdona, el amor que te perdona!

martes, 4 de julio de 2017

DELEITE EN DIOS




Salmos 37:4
"Deléitate asimismo en Jehová,
Y Él te concederá las peticiones de tu corazón."


La enseñanza de estas palabras debe parecer muy sorprendente para aquellos que son extraños a la piedad vital, pero para el creyente sincero es sólo el recordatorio de una verdad reconocida. La vida del creyente se describe aquí como una delicia en Dios. Las personas impías y los que no toman en serio a Dios nunca ven como algo gozoso el buscarlo. 


Para ellos una carga, un deber o una obligación, pero nunca placer o deleite. Si se hacen parte de una religión, es bien para ver qué puedan ganar con ello, o bien porque no se atreven a hacer otra cosa. La idea del deleite en Dios es tan extraña para la mayoría de los hombres, que no hay dos palabras en su lenguaje más separadas que "santidad" y "deleite". Pero los creyentes que conocen a Cristo, entienden que la alegría y la fe están tan bien unidas, que las puertas del infierno no pueden prevalecer para separarlas. 

Aquellos que aman a Dios con todo su corazón, encuentran que sus caminos son caminos agradables, y todos sus caminos son paz. Los santos descubren en su Señor que tales alegrías, tales delicias abrumadoras, tales bendiciones desbordantes, le servirán para que, lejos de servirle de costumbre, lo sigan aunque el mundo no lo busque. No tememos a Dios por ninguna compulsión; Nuestra fe no es un atado, nuestra profesión no es esclavitud, no somos arrastrados a la santidad, ni conducidos al deber. No, nuestra piedad es nuestro placer, nuestra esperanza es nuestra felicidad, nuestro deber es nuestro deleite.

El placer y la verdadera religión son tan aliados como la raíz y la flor. Tan indivisibles como la verdad y la certeza. Son, de hecho, dos joyas preciosas que brillan lado a lado en un marco de oro.


"Es cuando probamos de Su amor, que nuestras alegrías crecen divinamente, indescifrables como las de arriba, y el cielo comienza en la tierra"

lunes, 3 de julio de 2017

UN EQUILIBRIO NECESARIO



Proverbios 30:8
"Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí;
No me des pobreza ni riquezas;
Manténme del pan necesario;"


Aquí tenemos dos grandes lecciones: qué mantener y qué desechar. El estado más feliz de un cristiano es el estado donde hay contentamiento. Ningún cristiano goza de consuelo cuando sus ojos están fijos en la vanidad; no encuentra satisfacción a menos que su alma sea vivificada en los caminos de Dios. 


Los cristianos deben buscar sus delicias en una esfera más alta que las frivolidades insípidas o los placeres pecaminosos del mundo. Las persecuciones vanas son peligrosas para las almas renovadas. Hemos oído hablar de un filósofo que, mientras miraba hacia las estrellas, cayó en un pozo... Pero cuán profundamente caen quienes miran hacia abajo. Su caída es fatal. Ningún cristiano está seguro cuando su alma es perezosa, y su Dios está lejos de él. Todo cristiano está siempre seguro siempre y cuando tenga a su posición y su identidad en Cristo. 

Es cuando el cristiano se aparta de su Dios, cuando se vuelve espiritualmente muerto de hambre, y el enemigo de las almas se aproveche de esa situación para dejar a un hombre en la ruina espiritual. A veces la pobreza o la riqueza nos apartan de Dios, porque no tenemos raíces profundas, por eso agradezcamos a Él en todo tiempo. Seamos felices y aprendamos a tener contentamiento con lo que tenemos ahora. Así sea.