lunes, 14 de diciembre de 2015

¿AMAR A DIOS?




2 Timoteo 3:4
"...traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios."

¿Por qué es tan tentador amar a los placeres más que amar a Dios? Hay algunas respuestas que llegan a mi mente: El placer es algo que podemos controlar; Dios no puede ser controlado. La mayoría de los placeres se pueden obtener fácilmente; el amor a Dios requiere esfuerzo y sacrificio a veces. 

El placer nos beneficia ahora; los beneficios de amar a Dios son a menudo en el futuro. El placer tiene un efecto narcótico; que toma nuestras mentes fuera de nosotros mismos y de nuestros problemas. El amor a Dios nos recuerda nuestras necesidades y nuestras responsabilidades. El placer coopera con el orgullo. Nos hace sentir bien cuando nos fijamos bien en los ojos de los demás. Al amar a Dios debemos dejar a un lado nuestro orgullo y nuestros logros. 

¿Has elegido amar al placer, o amar a Dios? ¿Cómo lo sabes?

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