Santiago 1:10-11
"...Y el rico,
de su humilde condición. El rico pasará como la flor del campo. El sol, cuando
sale, seca la planta con su calor abrasador. A ésta se le cae la flor y pierde
su belleza. Así se marchitará también el rico en todas sus empresas."
Si la riqueza, el
poder, y el estado no tienen un significado de peso en la vida que hemos de vivir después de ésta, ¿Por qué les atribuimos tanta
importancia y tanto honor a quienes los poseen?
¿Tus posesiones
materiales le dan significado a tu vida y se han convertido en tu única razón de vivir? Si se van, ¿qué
te quedaría?
Lo que tienes en tu corazón, no en tu cuenta bancaria, es lo que interesa a Dios y permanece para la eternidad. Tengamos muy presente esto cada día.
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