2 Timoteo 1:3
"Al recordarte
de día y de noche en mis oraciones, siempre doy gracias a Dios, a quien sirvo
con una conciencia limpia como lo hicieron mis antepasados."
Pablo
constantemente oraba por Timoteo, su amigo, su compañero de viaje, su hijo en
la fe, y un fuerte líder en la iglesia cristiana.
Aunque los dos hombres se
separaron el uno del otro, sus oraciones siempre eran una fuente de aliento mutuo.
Nosotros también debemos orar constantemente por los demás, especialmente para
los que hacen el trabajo de Dios.
Tómate un tiempo este día para orar por tus compañeros de trabajo, los de ministerio, tu familia, tus seres queridos. Oremos unos por otros. Lo necesitamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario