jueves, 3 de septiembre de 2020

CAMINO A LA DESTRUCCIÓN



Mateo 3:2
"Decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca»."

La trayectoria descendente del reino del norte alcanzó nuevas profundidades en el nombramiento de Acab como rey sobre Israel. Si bien la lista de pecados relatados en la Biblia sobre este personaje está lejos de ser exclusiva de Acab, el alcance de su rebelión eclipsó a todos los que gobernaron antes que él. El desmoronamiento de la nación y la continua propagación del pecado entre las personas revelan un hecho simple: el pecado nunca es estático. Crece, se expande y contamina todo lo que toca. Ninguna persona o nación, ni siquiera la nación de Israel, es inmune a su naturaleza destructiva.

Jesús entró en una cultura que continuó teniendo las marcas del impacto y la propagación del pecado. El gobierno humano es incapaz de librarse de los efectos del pecado y las implicaciones de la caída. En este mundo roto, Jesús introdujo un nuevo reino marcado por su perfecto gobierno y reinado (Mt 3:2). La sumisión a Jesús rompe el ciclo del pecado y proporciona la esperanza y la paz que ningún rey humano podría traer.

Jesús, ayúdame a recordar que el pecado nunca es estático, que siempre se dispara hacia la destrucción. Gracias por liberarme de sus garras malvadas y ayudarme a vivir en esa libertad. Amén.

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