lunes, 21 de septiembre de 2020

EVALUANDO EL AMOR DE DIOS

 

Job 16:6-14

"»Si hablo, mi dolor no disminuye;

    si me callo, tampoco se me calma.

Ciertamente Dios me ha destruido;

    ha exterminado a toda mi familia.

Me tiene acorralado, y da testimonio contra mí;

    mi deplorable estado se levanta y me condena.

»En su enojo Dios me desgarra y me persigue;

    rechina los dientes contra mí;

    mi adversario me clava la mirada.

La gente se mofa de mí abiertamente;

    burlones, me dan de bofetadas,

    y todos juntos se ponen en mi contra.

Dios me ha entregado en manos de gente inicua;

    me ha arrojado en las garras de los malvados.

Yo vivía tranquilo, pero él me destrozó;

    me agarró por el cuello y me hizo pedazos;

    ¡me hizo blanco de sus ataques!

Sus arqueros me rodearon.

    Sin piedad me perforaron los riñones,

    y mi hígado se derramó por el suelo.

Abriéndome herida tras herida,

    se lanzaron contra mí como un guerrero."

Cuando se les pone en situaciones difíciles, incluso los creyentes comprometidos, comprensiblemente, cuestionan las acciones de Dios. Job no fue la excepción. Aunque estaba seguro de que no era culpable de ningún delito, todavía se preguntaba si Dios estaba enojado con él o si buscaba algún tipo de venganza. A menudo, como en el caso de Job, las circunstancias externas fallan como indicadores confiables de la actitud de Dios hacia nosotros.


Romanos 5: 8 dice: "Dios demuestra su amor por nosotros en esto: cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros". Este versículo dice claramente que la muerte de Cristo finalmente demostró el amor de Dios. Los creyentes no tienen que depender de circunstancias cómodas como un barómetro que indica la posición correcta ante el Señor. Todo lo que era necesario para demostrar el amor inquebrantable de Dios ya se ha hecho. Si bien persisten las preguntas sobre el propósito de la adversidad y el dolor, el Nuevo Testamento apunta a la crucifixión y resurrección de Jesucristo como la prueba definitiva, objetiva, firme y concreta del amor de Dios.


Jesús, a veces es difícil confiar durante el sufrimiento. Cuando me encuentre en circunstancias incómodas, ayúdame a apoyarme en tu amor para mi estabilidad y seguridad. Amén.


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