Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
martes, 17 de febrero de 2015
EL SEÑOR OBSERVA
Job 7:20
"Si he pecado, ¿en qué te afecta,
vigilante de los mortales?
¿Por qué te ensañas conmigo?
¿Acaso te soy una carga?"
Job en medio de su conocido discurso donde se desahoga y empieza a confrontar al Señor, se refirió a Dios como un vigilante u observador de la humanidad.
Él estaba expresando el sentimiento de que Dios parecía como un enemigo para él, alguien que sin misericordia lo vio retorcerse en su miseria debido a su pecado. Ciertamente Job estaba enfadado, triste y así como David, también estaba diciéndole lo que su corazón sentía, aunque esto no fuese la verdad...
Sabemos que Dios es más que un vigilante. Es más que un policía que únicamente está esperando que cometamos una falta para castigarnos. Él cuida de todo lo que nos sucede. Nunca debemos olvidar que nos ve con compasión, no sólo con un examen crítico.
Sus ojos son los ojos del amor.
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