Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 6 de febrero de 2015
MI CASA Y YO...
Josué 24:15
"Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor."
El pueblo de Dios en el tiempo de Josué tenía que decidir si iban a obedecer al Señor, que había comprobado su confiabilidad, u obedecer a los dioses locales, que sólo eran ídolos hechos a mano.
Es fácil caer en una rebelión contra el Señor cuando llevamos una vida a nuestra manera. Pero llega el momento en que tú y yo tengamos que elegir quién o qué va a controlarnos.
La elección es tuya: ¿Será Dios, su propia personalidad su grandeza y divinidad, u otro sustituto imperfecto?
Una vez que hayas elegido para que sea Dios tu Señor, quien diriga tus pasos, no olvides reafirmar tu elección todos los días. No sólo con palabras, sino con hechos.
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