jueves, 12 de febrero de 2015

LA ALABANZA



2 Samuel 22:47
"¡El Señor vive! ¡Alabada sea mi roca!
    ¡Exaltado sea Dios mi Salvador!"


David alaba a Dios de todo corazón. Las mejores composiciones que he visto y que me han acercado a Dios por medio de alabanzas basadas en la Escritura, han sido las de David, que nacían de un corazón sumamente agradecido y sensible a la Presencia del Señor.


La alabanza no es sólo una canción acerca de Dios; es un canto a Dios, dirigido a Él. La alabanza a Dios tiene varios objetivos: 

(1) Acción de gracias por cada atributo de su naturaleza divina; 
(2) Centrar nuestros corazones en Él; 
(3) Agradecer su dones preciosos a nosotros; 
(4) Dar gracias por nuestra relación con Él.

Y la lista puede seguir y seguir, muchas veces en la oración se nos pasa el tiempo pidiendo o deseando. Cuando alabamos al Señor, le damos. No es congruente decir "No siento nada al alabar" porque no se trata de algo para que sientas algo, sino se trata de Él.

Alaba. En la prueba, alaba. En la victoria, alaba. En los ríos de plenitud o en los valles de sombras, alaba.

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