Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
domingo, 2 de agosto de 2015
EL QUE PIERDA LA VIDA POR SU CAUSA
Lucas 9:24-25
"Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la salvará.
¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo?"
Nada material puede compensar la pérdida de la vida eterna. Los discípulos de Jesús de ayer y de hoy no utilizan sus vidas en la tierra para su propio placer sino que pasan sus vidas sirviendo a Dios y a los demás.
Si tu meta en esta vida es seguir a Jesús, agradarle, servirle, puede que te encuentres en lugares inseguros, insalubres, e incómodos con tal de hacer lo que a Él le agrada. Conozco a muchas personas que han entregado toda su vida, literalmente. Ya sea en una labor misionera, cuidando a tiempo completo a un enfermo, dando una parte importante de su salario para una causa.
No importa lo que sea, si tiempo, talento o tesoro, pero si lo rindes a Dios estarás agradándole y no estarás perdiendo tu vida, sino todo lo contrario.
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