Lucas 10:2
"«Es abundante la cosecha —les dijo—, pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo."
Jesús estaba enviando 36 equipos de dos para llegar a las multitudes. Estos equipos no iban a tratar de hacer el trabajo sin ayuda; más bien, debían pedir a Dios más trabajadores.
Algunas personas, tan pronto como entienden el Evangelio, quieren ir a trabajar de inmediato en contacto con la gente que no haya sido comunicada de la buena noticia de Dios.
En el servicio cristiano, no hay desempleo. Dios tiene trabajo suficiente para todos. No nos limitemos a sentarnos y ver a otros hacer el trabajo sino que involucrémonos. No es necesario tener un gafete especial, un uniforme o un horario. Podemos hacerlo con los que nos rodean.
Hablemos de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. La mies es mucha. Los obreros, pocos.
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