lunes, 10 de agosto de 2015

LUZ



Lucas 11:33-36
"»Nadie enciende una lámpara para luego ponerla en un lugar escondido o cubrirla con un cajón, sino para ponerla en una repisa, a fin de que los que entren tengan luz. 


Tus ojos son la lámpara de tu cuerpo. Si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz; pero si está nublada, todo tu ser estará en la oscuridad. 


Asegúrate de que la luz que crees tener no sea oscuridad. Por tanto, si todo tu ser disfruta de la luz, sin que ninguna parte quede en la oscuridad, estarás completamente iluminado, como cuando una lámpara te alumbra con su luz.»"


La lámpara es Cristo; el ojo representa nuestra comprensión espiritual y nuestra forma de ver al evangelio. 


Los malos deseos hacen que el ojo sea menos sensible y dificulten ver la luz de la presencia de Cristo. Si tienes problemas para ver a Dios obrando en el mundo y en su vida, revisa tu visión. 

¿Están los deseos pecaminosos cegándonos e impidiéndonos ver la luz de Cristo? ¿La oscuridad del mundo han apagado la luz? ¡Hoy es momento de quitar todo obstáculo para tener una visión clara!

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