martes, 22 de diciembre de 2020

LA RESURRECCIÓN


 

Daniel 12:1-3

"»”Entonces se levantará Miguel,

    el gran príncipe protector de tu pueblo.

Habrá un período de angustia,

    como no lo ha habido jamás

    desde que las naciones existen.

Pero tu pueblo será liberado:

    todos los que están inscritos en el libro,

y del polvo de la tierra se levantarán

    las multitudes de los que duermen,

algunos de ellos para vivir por siempre,

    pero otros para quedar en la vergüenza

    y en la confusión perpetuas.

Los sabios resplandecerán

    con el brillo de la bóveda celeste;

los que instruyen a las multitudes

    en el camino de la justicia

brillarán como las estrellas

    por toda la eternidad."


Daniel 12 mira hacia el fin del mundo. La gran angustia causada por los imperios bestiales terminaría cuando Dios juzgaría el mal y reivindicaría a los justos. Algunos serían resucitados de entre los muertos a la vida eterna y otros a la vergüenza eterna.


En el Nuevo Testamento, Dios derramó su juicio final sobre el pecado cuando Jesús se sometió al dar su vida en la cruz para que los pecadores pudieran ser justificados con Dios. Y Dios vindicó a Jesús, el único humano justo que jamás haya caminado sobre la tierra, en su resurrección de entre los muertos.


Pablo aclaró esta verdad en 1 Corintios 15:20-23 cuando escribió: “Pero Cristo a la verdad ha resucitado de los muertos, las primicias de los que durmieron. Porque puesto que la muerte vino por un hombre, la resurrección de los muertos también viene por un hombre. Porque así como en Adán todos mueren, en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno a su vez: Cristo, las primicias; luego, cuando él venga, los que le pertenecen ”.


Cuando Jesús regrese para juzgar a las naciones, los que están en Cristo serán resucitados para vida eterna. Aquellos que rechacen la bondadosa oferta de salvación de Jesús serán llevados a la vergüenza eterna. El juicio de Dios sobre el pecado y la muerte ya ocurrió; la forma en que cada persona responde a la obra de Jesús hace una diferencia eterna en cómo cada uno será considerado por él al final de esta era.


Jesús, gracias por rescatarme de la vergüenza eterna. Oro por aquellos que se encaminan en esa dirección. Oro para que interfieras en sus vidas y los llames a ti de tal manera que no puedan resistir. Amén.


No hay comentarios:

Publicar un comentario