Génesis 17:1-2
"Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo:
—Yo soy el Dios Todopoderoso. Vive en mi presencia y sé intachable. Así confirmaré mi pacto contigo, y multiplicaré tu descendencia en gran manera."
Meditemos en esto: La promesa de que "todos los pueblos de la tierra serán bendecidos mediante [Abram]" se repite en Génesis otras cuatro veces.
Cuando Dios está decidido a algo, nos lo recuerda múltiples veces. Y esto ha sido así en el tema de la Salvación de la humanidad. Desde siempre ha hablado a su pueblo por medio de profetas, pero en los últimos tiempos, envió a su propio Hijo no sólo para hablarnos, sino para mostrar de qué forma podemos volver a la casa del Padre. ¡Qué amor tan grande y sacrificial!
Oración: Amado Dios, que nunca pierda de vista el amor que me tienes. Que nunca pueda decir que no me hablas o no me lo demuestras, porque lo haces contínuamente. Te amo, gracias por tu amor.
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