Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 1 de agosto de 2014
ENSEÑANZA DE LA BUENA
Salmos 119:130
"La exposición de tus palabras alumbra"
El proceso de enseñanza se podría resumir en esto: El maestro hace parte del trabajo; el estudiante hace parte del trabajo. Juntos logran el progreso. Se da la educación.
En el Salmo 119, el autor sugiere un patrón similar en los versículos 129-136. Dios es el maestro; nosotros somos los estudiantes.
Miremos el papel de Dios en nuestra educación. Él nos muestra misericordia (v. 132). Guía nuestros pasos (v. 133). Y nos redime de problemas externos (v. 134).
Pero primero debemos ser estudiantes ávidos, listos a aceptar la enseñanza, guía y ayuda de Dios. Debemos entrar en Su salón de clases con expectativa: «La exposición de Tus palabras alumbra; hace entender a los simples... porque deseaba Tus mandamientos» (vv. 130-131). En nuestro papel como estudiantes de la Palabra de Dios, debemos cumplir tres requerimientos: (1) examinar las palabras de Dios en cuanto a lo que están enseñando, (2) adquirir entendimiento de dichas palabras y (3) obedecer Sus estatutos.
Es tiempo de entrar en el aula de Dios y escuchar y aprender de Él. Cuando lo hagamos, miraremos a Dios con un amor renovado y al mundo con una preocupación renovada (v. 136).
La meditación cuidadosa de las Escrituras contribuye a un caminar más íntimo con Nuestro Señor.
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