Romanos 12:4
"En un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función"
Una palabra algo complicada que describe muchas veces nuestra forma de hacer las cosas es la "procastinación". Un catedrático de una universidad canadiense estudió durante cinco años el problema de dejar las cosas para más tarde e informó que el 95% de nosotros pospone hacer una u otra cosa. Se pierden millones de dólares al año en concepto de pago de impuestos atrasado, no digamos la fecha límite de una tarjeta de crédito. El hacer las cosas fuera de tiempo tiene sus consecuencias. Debido al temor al fracaso y otras inseguridades, esperamos y esperamos antes de iniciar un proyecto o tomar una decisión.
Dejar las cosas para más tarde también es un problema en la iglesia. Muchos de nosotros posponemos el servir a Dios. Sabemos que debemos alcanzar a los demás, pero nos sentimos inseguros o preocupados en cuanto a qué hacer. Debido a que no estamos seguros de nuestros dones o intereses, postergamos nuestra participación en la iglesia. Nos preocupamos pensando: ¿Qué pasa si hago un mal trabajo? ¿Qué pasa si descubro que ni siquiera puedo hacerlo?
Romanos 12 nos da algo de aliento. El hecho de servir comienza por presentarnos ante Dios como un «sacrificio vivo» (v. 1). Ora y entrégate de nuevo al Señor y a Su obra. Luego mira a tu alrededor y ve lo que los demás están haciendo en tu iglesia, y pregunta si puedes unírteles. Comienza por algo pequeño si así lo necesitas, y prueba haciendo varias cosas.
La iglesia de Cristo te necesita. Pídele a Dios que te ayude a vencer tus problemas de postergación. ¡Empieza hoy!
Ejercita tus dones espirituales. No entierres tus talentos. Haz que produzcan más.
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