Salmo 92:1-2
"¡Cuán bueno, Señor, es darte gracias
y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre;
proclamar tu gran amor por la mañana,
y tu fidelidad por la noche..."
Durante días específicos de nuestras vidas, como en nuestro cumpleaños, en una graduación, o en el día de acción de gracias en los Estados Unidos, tendemos a centrarnos en nuestras bendiciones y expresamos nuestra gratitud a Dios por ellas. Es algo que podemos mejorar. ¿Por qué esperar a un día en específico para recordar y agradecer a Dios por su favor y gracia inmerecida?
Acción de gracias debería estar en nuestros labios todos los días. Nunca podemos decir gracias lo suficiente a personas que han influido en nuestras vidas y nos han ayudado: Papás, amigos, líderes.. pero sobre todo a Dios. Cuando la acción de gracias se convierte en una parte integral de nuestras vidas, encontraremos que la actitud hacia la vida cambiará. Seremos más positivos, amables, cariñosos, humildes...
Tomemos un tiempo en este día para agradecer a las personas que nos han hecho un bien. Y por supuesto, a Dios Nuestro Señor.
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