sábado, 7 de marzo de 2015

QUE DIOS SE AGRADE DE MIS PALABRAS...


Salmos 19:14
"Sean, pues, aceptables ante ti
    mis palabras y mis pensamientos,
    oh Señor, roca mía y redentor mío."


Es común que al estar dentro de un templo religioso, cuidamos nuestro comportamiento y también nuestras palabras. Es poco usual que escuchemos a alguien decir palabrotas dentro de un templo. Ahora bien, ¿No es cierto que Dios está en todos lados y no sólo en las estructuras que conforman los templos físicos? ¿Te provocaría cambiar tu manera de vivir si supieras que cada palabra y pensamiento será examinado por Dios? 


David pidió que Dios aprobara sus palabras y pensamientos como si fuesen ofrendas llevadas al altar. 

Al comenzar cada día, determina que el amor de Dios guiará lo que dices y la forma en la que piensas. Que tus palabras edifiquen a quienes te escuchen.

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