miércoles, 4 de marzo de 2015

LA NIÑA DE SUS OJOS


Salmos 17:8
"Cuídame como a la niña de tus ojos;
    escóndeme, bajo la sombra de tus alas."


Del mismo modo que protegemos las pupilas de nuestros ojos ante cualquier objeto extraño que quiera dañarlas, así Dios nos protegerá. Lo dice en Su Palabra y lo ha demostrado a lo largo de la historia: Dios ciertamente cuida de sus hijos.


No debemos concluir, sin embargo, que hemos perdido de alguna manera la protección de Dios si experimentamos problemas. La protección de Dios tiene mucho más grandes propósitos que 'simplemente' evitar el dolor; es hacer de nosotros mejores servidores para Él, mejores personas, mejores guerreros. 

Dios también nos protege y nos guía a través de circunstancias dolorosas, no sólo ayudando a escapar de ellas. Dios nos cuida. Dios nos ama.

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