domingo, 8 de marzo de 2015

QUE MIS HIJOS LO AMEN...


Salmos 22:30-31
"La posteridad le servirá;
    del Señor se hablará a las generaciones futuras.
 A un pueblo que aún no ha nacido
    se le dirá que Dios hizo justicia."


Si queremos que nuestros hijos amen y sirvan al Señor, deben oír hablar de Él a nosotros. Deben ver y ser testigos del amor que le tenemos y que nos hace servirle a Él y sus hijos.


No es suficiente confiar en que la iglesia haga el trabajo por nosotros, o pensar en que les hablen de Dios personaso que tienen más conocimientos para proporcionarles toda su educación cristiana. Debemos reforzar las lecciones de la Biblia en nuestras casas.    

Amemos a Dios sobre todas las cosas. Nuestros hijos al verlo, lo harán también.



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