Mateo 11:25
"En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños."
Jesús menciona dos tipos de personas en su oración: los "sabios e inteligentes," arrogantes en su propio conocimiento; y los "que son como niños", es decir, los que son humildemente abiertos para recibir la verdad de la Palabra de Dios.
Un niño no cuestiona a su papá, no le pide explicaciones científicas o que le demuestre con papeles legales por qué no puede tirarse de un árbol sin lastimarse, que lo deje jugar con un cuchillo o que le deje salir sin compañía de noche. Y si así fuera, el papá podría hacerlo pero el niño no entendería. Pues esa misma actitud es la que quiso explicar Jesús con respecto a los que quieren recibir la verdad de Dios o los que la rechazan, llevándosela de sabios o inteligentes.
¿Eres sabio a tus propios ojos, o buscas la verdad con fe de un niño? Sólo Dios tiene todas las respuestas. ¿Estás consciente de su condición y de la nuestra? ¡Dios nos ayude a ser como niños!
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