Marcos 14:36
"Decía: « Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.»"
Mientras oraba, Jesús era consciente de lo que estaba a punto de costarle seguir la voluntad de Su Padre.
Él entendió el sufrimiento que estaba a punto de encontrar, y por un momento pensó en no tener que soportar la horrible experiencia. Pero Jesús oró: "Sin embargo, yo quisiera que TU voluntad sea hecha, no la mía."
Seguir la voluntad de Dios la mayoría de las veces hará que no se haga la nuestra. Es el precio que hay que pagar
¿Estaremos dispuestos a pagar el precio de orar porque la voluntad de Dios se haga en nuestras vidas, aún si no es nuestra voluntad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario