Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
viernes, 24 de julio de 2015
SOY DEUDOR
Lucas 5:30-32
"Pero los fariseos y los maestros de la ley que eran de la misma secta les reclamaban a los discípulos de Jesús:
—¿Por qué comen y beben ustedes con recaudadores de impuestos y pecadores?
—No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos —les contestó Jesús—. No he venido a llamar a justos sino a pecadores para que se arrepientan."
Los fariseos envolvieron su pecado en la reverencia que le tenían los demás. Ellos se hicieron pasar por "buenas personas" haciendo públicamente buenas acciones y apuntando a los pecados de los demás. Pero olvidaron que la Escritura señalaba que no hay uno solo bueno...
Jesús eligió a un grupo de personas para compartir con ellas e instruirlas en las leyes espirituales y eternas... y no fueron ellos los elegidos, no fueron estos líderes religiosos, orgullosos sino a personas que sintieron su propio pecado y sabían que no eran lo suficientemente buenas para Dios.
Con el fin de llegar a Dios, debemos arrepentirnos; y con el fin de renunciar a nuestros pecados, debemos reconocerlo como lo que es. No copiemos la actitud de los fariseos y maestros de la ley que pensaban que eran buenos, imitemos la actitud de las personas a las que Jesús buscó.
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