miércoles, 29 de julio de 2015

LA LUZ DE LA VERDAD



Lucas 8:16-17
"»Nadie enciende una lámpara para después cubrirla con una vasija o ponerla debajo de la cama, sino para ponerla en una repisa, a fin de que los que entren tengan luz. No hay nada escondido que no llegue a descubrirse, ni nada oculto que no llegue a conocerse públicamente."

 
Cuando la luz de la verdad de Jesús nos ilumina, es nuestro deber hacer brillar esa luz para ayudar a otros. 


Nuestro testimonio de Cristo debe ser público, no oculto. No debemos mantener los beneficios para nosotros mismos, sino pasarlo a otros. 

Con el fin de ser útiles, tenemos que estar bien alertas, listos para hablar de lo que Él ha hecho y es capaz de hacer. 

Cuando alguien necesite ayuda, ya sea material, espiritual o emocional, aprovecha esas oportunidades para presentar a Jesús, para que esa luz brille.

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