Lucas 3:21-22
"Un día en que todos acudían a Juan para que los bautizara, Jesús fue bautizado también. Y mientras oraba, se abrió el cielo, y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo.»"
Los teólogos a lo largo de los años han dedicado mucho tiempo a investigar la razón que tuvo Jesús al dejarse ser bautizado por Juan. Después de todo, este bautismo era por los pecadores. ¿Por qué, entonces, lo hizo el Hijo de Dios?
Lo hizo porque él vino como verdadero Dios y como verdadero hombre. Se sometió el bautismo e incluso a la muerte, porque sólo un humano podría hacerlo. Él vivió una vida sin pecado y resucitó de entre los muertos, ya que sólo Dios podría hacerlo.
Este bautismo por Juan en el río Jordán era un paso más en su identificación con nosotros los pecadores; y la llegada de la paloma, símbolo del Espíritu Santo significa la aprobación de Dios. Ahora Jesús comenzaría oficialmente su ministerio como el Hijo amado de Dios que se paseaba por los polvorientos caminos de Israel.
Cuando tú te sientas dañado, deprimido, roto, recuerda: Tú tienes un Salvador que entiende tu humanidad. Cuando peques, recuerda: Él ha pagado el precio de tu desobediencia. Lo menos que podemos hacer es dedicar nuestra vida a tratar de agradarle.
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