Hechos 20:24
"Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios."
A menudo sentimos o pensamos que la vida es un fracaso a menos que estemos recibiendo una gran cantidad de reconocimiento, diversión, dinero o éxito.
Pero Pablo consideró que la vida no valía nada a menos que la utilizara para la obra de Dios. Lo que cada uno de nosotros aporta a los demás en la vida es mucho más importante que lo que obtenemos de ella. Es una forma de pensar que puede transtornar nuestra forma de vivir, pero que según las personas entregadas y decididas a manifestar el amor de Dios a otros han practicado y demostrado.
¿Qué es más importante para ti, lo que obtienes de la vida, o lo que aportas a ella? Ofrezcamos nuestra vida como ofrenda agradable a Dios.
Hechos 17:27-28
"Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, Él no está lejos de ninguno de nosotros, “puesto que en Él vivimos, nos movemos y existimos”. Como algunos de sus propios poetas griegos han dicho: “De Él somos descendientes.”"
Dios es conocido en su creación, y a pesar de ser el dueño y creador de todo, lo cierto es que está muy cerca de cada uno de nosotros.
Él no está atrapado en su creación, que es trascendente. Dios es el Creador, no la creación. Esto significa que Dios es soberano y está en control, mientras que al mismo tiempo es cercano y personal.
Que el Creador del universo gobierne tu vida. No dejes que tus sentimientos te jueguen una mala pasada. No te sientas lejos, porque Él no lo está. Está cerca de tí. Tan cierto como el aire que respiras.
Hechos 13:38-39
"»Por tanto, hermanos, sepan que por medio de Jesús se les anuncia a ustedes el perdón de los pecados.
Ustedes no pudieron ser justificados de esos pecados por la ley de Moisés, pero todo el que cree es justificado por medio de Jesús."
Esta es la Buena Nueva del Evangelio: que el perdón de los pecados y la libertad de nuestras culpas están disponibles a través de la fe en Cristo a todas las personas, incluidos tú y yo.
¿Has recibido ese perdón? ¿Alguna vez en tu vida has reconocido tu pecado y pedido genuino y honesto perdón a Jesucristo? Él ya murió por tus pecados y los míos. Él ya justificó a todos los que creen en Él.
¿Crees en Él?
Hechos 6:7
"Y la palabra de Dios se difundía: el número de los discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén, e incluso muchos de los sacerdotes obedecían a la fe."
La palabra de Dios se extendió como ondas en un estanque en el cual, a partir de un solo centro, cada ola toca la siguiente, y la difusión cada vez es más amplia y llega más lejos.
El evangelio todavía se extiende de esta manera hoy. No tenemos que cambiar a todo el mundo, a todo el estanque. Es suficiente con ser parte de una ola, e ir tocando a los que te rodean, que a su vez pueden tocar a otros hasta que todos han sentido el movimiento.
No vuelvas a sentir que tu parte es insignificante o poco importante. Todos somos embajadores de Cristo en la tierra, con el potencial de ser sal y luz. ¡Hablemos de Dios, hablemos de Cristo!
Hechos 5:40-42
"Entonces llamaron a los apóstoles y, luego de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús. Después de eso los soltaron.
Así, pues, los apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa del Nombre.
Y día tras día, en el templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar las buenas nuevas de que Jesús es el Mesías."
Pedro y Juan fueron advertidos en repetidas ocasiones que no predicaran, pero continuaron a pesar de las amenazas.
Nosotros, también, debemos vivir como Cristo nos ha pedido que vivamos, compartiendo nuestra fe, no importando lo que cueste. Podemos ser golpeados o arrojados en la cárcel, podemos ser ridiculizados, condenados por la indiferencia o etiquetados de cierta manera, podemos ser calumniados o excluidos de ciertos eventos sociales. Hay países donde incluso es más difícil que en el nuestro el hecho de ser cristiano. La pregunta para nosotros el día de hoy es:
¿Hasta qué punto estamos dispuestos a sufrir por el bien de compartir el evangelio con los demás?
Hechos 4:32
"Todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar. Nadie consideraba suya ninguna de sus posesiones, sino que las compartían."
Ninguno de estos primeros cristianos consideró que lo que tenían era de su entera propiedad, por lo que fueron capaces de dar y compartir, eliminar la pobreza entre ellos.
Ellos no dejaban que un hermano o hermana sufriera cuando otros tenían un montón de posesiones. ¿Cómo te sientes acerca de tus posesiones?
Deberíamos adoptar la actitud de que todo lo que tenemos viene de Dios, y sólo estamos compartiendo lo que ya es suyo. Y una vez más hacemos la aclaración: No todo tiene que ver con dinero. Nuestra posesión más valiosa, el tiempo es lo que muchos hermanos nuestros necesitan de nosotros.
¡Que Dios nos ayude a compartir con otros lo que Él ya nos dio!
Hechos 4:12
"De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos."
Muchas personas reaccionan negativamente ante el hecho de que no hay otro nombre que el de Jesús para alcanzar la salvación de nuestras almas.
Sin embargo, esto no es algo que la iglesia decidió; es la enseñanza específica del mismo Jesús. Si Dios designó a Jesús como el Salvador del mundo, nadie más puede ser su igual. Los cristianos deben tener la mente abierta sobre muchos temas, pero no en la forma en que somos salvos del pecado.
Ningún otro maestro religioso podría morir por nuestros pecados; ningún otro maestro religioso vino a la tierra como Hijo único de Dios; ningún otro maestro religioso se levantó de entre los muertos.
Nuestra atención debe centrarse en Jesús, a quien Dios ofrece como la manera de tener una relación eterna con Él mismo. ¡No hay otro nombre o forma!
Hechos 2:46-47
"No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos."
Una comunidad cristiana sana atrae a la gente a Cristo.
El gozo de la iglesia de Jerusalén para la adoración y el amor fraternal era contagioso. Una iglesia amorosa sana crecerá en número y en amor a Dios, de forma natural. Así como nosotros no le "ordenamos" a un bebé que crezca, éste lo hará naturalmente si está bien nutrido, así tampoco una iglesia necesita de órdenes y métodos para crecer. Lo hará naturalmente si está nutrida con la Palabra y el Amor de Dios.
¿Qué estás haciendo para que tu iglesia local sea el tipo de lugar que atraiga a otros a Cristo? El amor, la perseverancia, la alegría y la alabanza a Dios son los nutrientes básicos.
Hechos 2:44
"Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común."
Reconociendo a los otros creyentes como hermanos y hermanas en la familia de Dios, los cristianos de Jerusalén compartían todo lo que tenían para que todos pudieran beneficiarse de los dones de Dios.
Es tentador, sobre todo si tenemos la riqueza material a nuestro alcance, poder compartir con los demás. Tendemos a cuidar nuestros propios intereses, disfrutar nuestro propio pequeño pedazo del mundo y acumular para nosotros mismos. Pero como parte de la familia espiritual de Dios, es nuestra responsabilidad ayudarnos unos a otros en toda forma posible. Pero no "únicamente" en la parte material, sino también con recursos igual o más valiosos: El tiempo, el talento que Dios nos ha dado, la capacidad de escuchar, etc.
Recuerda: La familia de Dios funciona mejor cuando sus miembros trabajan juntos.
Hechos 1:8
"Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra."
El Poder del Espíritu Santo no se limita a la fuerza fuera de lo común, sino que también implica coraje, la audacia, la confianza, la visión, la capacidad y la autoridad.
Los discípulos tendrían todos estos dones para cumplir con su misión y nosotros los podemos tener también.
Si tú crees en Jesucristo y Él es el Señor de tu vida, puedes experimentar el poder del Espíritu Santo en tu vida. Sin duda alguna.
Hechos 1:6-7
"Entonces los que estaban reunidos con él le preguntaron:
—Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino a Israel?
—No les toca a ustedes conocer la hora ni el momento determinados por la autoridad misma del Padre —les contestó Jesús—."
Al igual que otros judíos, los discípulos se irritaron bajo sus gobernantes romanos. Ellos querían que Jesús liberara políticamente a Israel del poder romano y luego se convirtiera en su rey.
Jesús les respondió que Dios el Padre establece el calendario de todos los eventos en todo el mundo, ya sean nacionales o personales. Esa es una lección que debemos aprender también hoy en día.
Si creemos que los cambios que queremos Dios no los está haciendo de inmediato, no te impacientes. En cambio, confía en el horario de Dios.
Juan 17:10
"Todo lo que yo tengo es tuyo, y todo lo que tú tienes es mío; y por medio de ellos he sido glorificado."
¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: "por medio de ellos he sido glorificado"?
La gloria de Dios es la revelación de su carácter y presencia. Las vidas de los discípulos de Jesús revelan su carácter, y es la forma de decirle al mundo que aún en estos tiempos, Él está presente a través de ellos.
Cuando nosotros cumplimos nuestra labor de discípulos, de seguidores, de obedientes a Su Palabra, estamos glorificándolo, estamos dándole gloria y así como "Los cielos cuentan la gloria de Dios", nuestras vidas también pueden hacerlo.
¿Tu vida revela el carácter y la presencia de Jesús?
Juan 17:3
"Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado."
¿Cómo obtenemos la vida eterna? Jesús nos dice claramente aquí que es por medio de conocer a Dios el Padre por medio de su Hijo, Jesucristo.
La vida eterna requiere entrar en una relación personal con Dios en Jesucristo.
Cuando admitimos nuestro pecado y nos alejamos de él, el amor vivo de Cristo habita en nosotros por el Espíritu Santo y veremos las cosas de otra forma: Desde una perspectiva celestial. Ésa es la vida eterna.
Juan 16:32
"Mirad, la hora viene, y ya ha llegado, en que seréis esparcidos, cada uno por su lado, y me dejaréis solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo."
Los discípulos se dispersaron después de que Jesús fue arrestado.
Jesús aceptó su declaración de fe a pesar de saber su debilidad y su condición nueva: Estaba solo (físicamente hablando).
Pero sabía que esas personas que tenían miedo y que lo dejaron solo iban a ser transformadas en un proceso que los llevaría años más adelante a dar la vida por su fe. Pero no la estarían perdiendo, sino ganándola. Algo difícil de comprender para ellos y para nosotros, pero que es el resumen de la buena noticia de Dios: Tenemos vida gracias a que Jesús la entregó por nosotros. Y al entregarla nosotros también, viviremos eternamente junto a Él.
¿Qué tanto estamos viviendo lo que decimos que creemos en Jesús? ¿En qué fase estaremos todavía? ¿En donde abandonamos a Jesús al primer problema, o en donde ya somos capaces de entregar nuestra vida por Él?
Juan 16:20
"En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, pero el mundo se alegrará; estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría."
¡Qué contraste entre los discípulos y el resto del mundo!
El mundo se regocijó cuando los discípulos lloraban por su Maestro, pero los discípulos le volverían a ver (en tres días) y se regocijarían. Esto es sólo un pequeño ejemplo de lo que sucede en estos días del siglo XXI.
Los valores del mundo son a menudo lo contrario de los valores de Dios. Esto puede causar que los cristianos se sientan como inadaptados. Pero incluso si la vida es difícil ahora, un día nos regocijaremos.
La exhortación de hoy es simple y directa: ¡Mantén tus ojos en las promesas de Dios y el futuro que nos espera si confiamos en Él!
Juan 15:11
"Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea perfecto"
Cuando las cosas van bien, nos sentimos eufóricos. Cuando vienen las dificultades, a menudo nos hundimos en la depresión. Pero la verdadera alegría (el gozo del que habla la Escritura) trasciende las olas de las circunstancias.
Dicho gozo viene de una relación consistente con Jesucristo. Cuando nuestras vidas están entrelazadas con la suya, nos ayuda a caminar a través de la adversidad sin hundirnos en mínimos debilitantes y también sabiendo administrar la prosperidad caer en orgullo engañoso.
La alegría de vivir con Jesucristo todos los días nos mantendrá en un modo sensato y prudente, no importa qué tan altas o bajas sean nuestras circunstancias.
¡Que el gozo, SU gozo sea nuestra forma de vida, nuestra fortaleza!
Juan 15:8
"En esto es glorificado mi Padre, en que déis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos."
Cuando una vid lleva "mucho fruto", Dios es glorificado, pues todos los días Él envió el sol y la lluvia para hacer crecer los cultivos, y constantemente nutre cada pequeña planta y la prepara para florecer.
¡Es un momento de gloria para el Señor de la mies cuando la cosecha se pone en los graneros, maduros y listos para su uso! ¡Él hizo que todo suceda!
Esta analogía en la agricultura muestra cómo Dios es glorificado cuando las personas entran en una relación correcta con Él y comienzan a "producir mucho fruto" en sus vidas. ¡Que le demos gloria a Nuestro Señor por medio del fruto bueno que producimos!
Juan 13:34
"»Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros."
El amar a los demás no era un mandamiento nuevo, lo nuevo y revolucionario es ¡Amar a los demás tanto como Cristo nos ha amado!
Ahora hemos de amar a los demás basados en el amor sacrificial de Jesús por nosotros. Tal amor no sólo traerá incrédulos a Cristo; también mantendrá creyentes fuertes y unidos en un mundo hostil a Dios.
Jesús fue un ejemplo vivo del amor de Dios, y así como Él, nosotros hemos de ser ejemplos vivientes del amor de Jesucristo.
Juan 13:1
"Se acercaba la fiesta de la Pascua. Jesús sabía que le había llegado la hora de abandonar este mundo para volver al Padre. Y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin."
Jesús sabía que sería traicionado por uno de sus discípulos, sabía que sería repudiado por otros, y abandonado por todos ellos por un tiempo. Aún así, "los amó hasta el fin."
Dios nos conoce por completo, y así como Jesús conocía a cada unos de los 12, así nos conoce a nosotros. Él sabe los pecados que hemos cometido y los que todavía cometeremos.
Él sabe cuando tenemos vergüenza por causa de Él, sabe cuando lo herimos intencionalmente. Conoce nuestros más oscuros pensamientos. Él nos conoce demasiado...
... Y aún así, Él nos ama. ¿Cómo responderemos a esa clase de amor?
Juan 12:35-36
"—Ustedes van a tener la luz sólo un poco más de tiempo —les dijo Jesús—. Caminen mientras tienen la luz, antes de que los envuelvan las tinieblas.
El que camina en las tinieblas no sabe a dónde va. Mientras tienen la luz, crean en ella, para que sean hijos de la luz."
Cuando terminó de hablar, Jesús se fue y se escondió de ellos.
Jesús dijo que Él estaría con ellos en persona sólo por un corto tiempo, y debían aprovechar su presencia mientras lo tenían.
Como una luz que brilla en un lugar oscuro, Jesús señala la forma en que debemos andar. Si caminamos en su luz, nos convertiremos en "hijos de la luz", que revelan la verdad y muestran al mundo cómo es vivir en el Reino de Dios.
Como cristianos, debemos ser portadores de la luz de Cristo, dejando que su luz brille a través de nosotros.
¿Cómo brilla tu luz? ¿Pueden los demás ver a Cristo en tus acciones? ¡Que Dios nos ayude a que brille e ilumine a todos!
Juan 12:26
"Quien quiera servirme, debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará."
Muchos creían que Jesús había venido sólo para los judíos. Pero cuando Jesús dijo: "El que quiera ser mi discípulo, sígame", estaba hablando delante de unos griegos que se encontraban allí y nos estaba abriendo la puerta a nosotros también.
No importa nuestra región o país de nacimiento, si estamos ansiosos de buscar y escuchar de Jesús, El nos da la bienvenida. Su mensaje es para todos.
No permitamos que las diferencias sociales o raciales se conviertan en barreras para el evangelio. La buena nueva es para todos. Jesús es para todos.
Juan 11:4
"Cuando Jesús oyó esto, dijo: «Esta enfermedad no terminará en muerte, sino que es para la gloria de Dios, para que por ella el Hijo de Dios sea glorificado.»"
A lo largo de la historia bíblica y de la historia de mi vida, he aprendido que cualquier situación que esté atravesando un creyente, en última instancia, puede ser usada para dar gloria a Dios. ¿La razón? Dios puede sacar SIEMPRE algo bueno de cualquier situación que parezca terrible.
Muchas veces cuando estamos dentro del ojo del huracán lo menos que queremos hacer es agradecer y la mayoría de las veces incluso murmuramos, nos quejamos, pensamos en abandonar la fe y podemos llegar incluso a culpar a Dios. No te juzgamos, es algo normal y natural pero no hemos sido llamados a eso. Las personas que amaron a Dios por sobretodo pasaron momentos difíciles y aprovecharon esas situaciones para glorificar a Dios.
Tu actitud ante las situaciones adversas puede motivar a un no creyente a acercarse a Dios. Esa es la mejor forma de glorificarlo en medio de la tormenta.
Juan 10:28-29
"Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano.
Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar."
Así como un pastor protege a sus ovejas, Jesús protege a su pueblo de un daño eterno.
Mientras que los creyentes pueden sufrir en la tierra en algunas situaciones, la verdad es que el enemigo no puede dañar sus almas o quitarles la vida eterna con Dios.
Hay muchas razones para tener dudas y limitaciones aquí en la tierra, porque el príncipe de este mundo tiene cierto dominio (limitado en tiempo y espacio). Pero si decides seguir a Jesús, Él te dará la seguridad eterna.
Juan 9:2-3
"Y sus discípulos le preguntaron:
—Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres?
—Ni él pecó, ni sus padres —respondió Jesús—, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida."
Una creencia común en la cultura judía era que la calamidad o sufrimiento era el resultado de un gran pecado.
Pero Cristo usó el sufrimiento de este hombre para enseñar acerca de la fe y para glorificar a Dios. Vivimos en un mundo caído donde el buen comportamiento no siempre es recompensado y el mal comportamiento no siempre castigado. Por lo tanto, las personas inocentes a veces sufren.
Independientemente de las razones de nuestro sufrimiento, Jesús tiene el poder de ayudar a lidiar con él. Cuando tú sufres alguna enfermedad, pases por alguna tragedia, o tormentas llegan a tu vida, trata de no preguntar, "¿Por qué me pasó esto a mí?" o "¿Qué hice mal?" En lugar de eso, pide a Dios que te dé fuerza y una perspectiva más clara de lo que está sucediendo.
Esa situación difícil que puedas estar atravesando, también puede ser usada para glorificar a Dios.
Juan 8:58
"—Ciertamente les aseguro que, antes de que Abraham naciera, ¡Yo Soy!"
Este es uno de las declaraciones más poderosos pronunciadas por Jesús.
Cuando dijo que existía antes de que naciera Abraham, sin lugar a dudas proclamó su divinidad. No sólo dijo Jesús que existía antes que Abraham, sino que también aplicó el santo nombre de Dios para sí mismo.
Esta afirmación exige una respuesta. No se puede ignorar. Los líderes judíos intentaron apedrear a Jesús por blasfemia porque se ha hecho igual a Dios. Pero Jesús es Dios. Lo demostró una y otra vez en un tiempo donde era difícil creer incluso en un profeta debido a esos 400 años de "silencio" de Dios.
Y en nuestro tiempo se vuelve a hacer difícil el creerlo de corazón. Tiempos difíciles vivimos, donde la sociedad llama malo a lo bueno y bueno a lo malo. Jesús es Dios, Jesús es el Único Camino y sus enseñanzas son la norma para una vida en abundancia espiritual.
¿Cómo hemos respondido hasta el día de hoy a Jesús, nuestro Dios?
Juan 8:32
"Y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres."
Jesús mismo es la verdad que nos hace libres.
Él es la fuente de la verdad, la norma perfecta de lo que es correcto. Él nos libera de las consecuencias del pecado, del autoengaño, y del engaño del enemigo.
Él nos muestra claramente el camino a la vida eterna con Dios. Así, Jesús no nos da libertad para hacer lo que queremos, pero sí la libertad de seguir a Dios.
Al tratar de servir a Dios, la verdad perfecta de Jesús nos libera para ser todo lo que Dios quiso que seamos. Cuando lo conocemos a Él conocemos la verdad.
Cuando lo conocemos a Él, somos libres.
Juan 8:24
"Por eso les he dicho que morirán en sus pecados, pues si no creen que yo soy el que afirmo ser, en sus pecados morirán."
Las personas morirán en sus pecados si rechazan a Cristo, porque están rechazando la única manera de ser rescatado del pecado.
Tristemente, muchos se conforman con los valores de este mundo y se vuelven ciegos al inestimable don que Cristo ofrece.
¿Donde estas buscando aceptación, valor, salvación? No te enfoque en los valores de este mundo para que no pierdas lo valioso, que es la vida eterna con Dios.
Juan 8:7
"Y como ellos lo acosaban a preguntas, Jesús se incorporó y les dijo:
—Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra."
Esta es una declaración significativa sobre juzgar a los demás. Debido a que Jesús confirmó la sanción legal para el adulterio, la lapidación, no podía ser acusado de estar en contra de la ley.
Pero al decir que sólo una persona sin pecado podía tirar la primera piedra, destacó la importancia de la compasión y el perdón. Cuando otros están atrapados en el pecado, ¿Eres de los que rápido juzgan? Es el papel de Dios el juzgar, no el nuestro.
Nuestro papel es el de mostrar el perdón y la compasión por alguien que, como nosotros, necesita de Dios.
Juan 7:13
"Sin embargo, por temor a los judíos nadie hablaba de Él abiertamente."
¡Todo el mundo estaba hablando sobre Jesús! Pero cuando llegó el momento de hablar de Él en público, nadie dijo una palabra. Todos tenían miedo.
El miedo puede ahogar nuestro testimonio. Aunque muchas personas hablan de Cristo en la iglesia, cuando se trata de hacer una declaración pública de su fe, a menudo se sienten avergonzados. Es algo comprensible, pero que debemos romper, ahogar, eliminar.
Jesús dice que Él nos confesará delante de Dios si nosotros le confesamos delante de los demás. Pues no hay motivación más grande que esa. Así que ¡Sé valiente! ¡Habla de Cristo!
Juan 6:67-68
"—¿También ustedes quieren marcharse?
—Señor —contestó Simón Pedro—, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna."
Después de que muchos de los seguidores de Jesús lo habían abandonado, Él les preguntó a los 12 discípulos si también ellos se iban a ir. Cuando empezó la enseñanza radical y verdadera que para muchos es difícil, si no imposible de aguantar, los seguidores más débiles abandonan.
Pedro les dijo: "¿A quién iremos?" En su forma sencilla e impulsiva de hablar, Pedro respondió por todos nosotros, y es que no hay otro líder, otra manera, otra alternativa. Aunque hay muchas filosofías y autoridades autoproclamadas, Jesús el único que tiene palabras de vida eterna.
La gente ve en todas partes fuentes de vida eterna y se pierde a Cristo, la única fuente. Quédate con Él, especialmente cuando te sientas confundido o solo. SÓLO ÉL TIENE PALABRAS DE VIDA ETERNA.
