Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
sábado, 26 de septiembre de 2015
HABLANDO DE JESÚS
Hechos 5:40-42
"Entonces llamaron a los apóstoles y, luego de azotarlos, les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús. Después de eso los soltaron.
Así, pues, los apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa del Nombre.
Y día tras día, en el templo y de casa en casa, no dejaban de enseñar y anunciar las buenas nuevas de que Jesús es el Mesías."
Pedro y Juan fueron advertidos en repetidas ocasiones que no predicaran, pero continuaron a pesar de las amenazas.
Nosotros, también, debemos vivir como Cristo nos ha pedido que vivamos, compartiendo nuestra fe, no importando lo que cueste. Podemos ser golpeados o arrojados en la cárcel, podemos ser ridiculizados, condenados por la indiferencia o etiquetados de cierta manera, podemos ser calumniados o excluidos de ciertos eventos sociales. Hay países donde incluso es más difícil que en el nuestro el hecho de ser cristiano. La pregunta para nosotros el día de hoy es:
¿Hasta qué punto estamos dispuestos a sufrir por el bien de compartir el evangelio con los demás?
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