lunes, 14 de septiembre de 2015

¡DEMOS FRUTO!



Juan 15:8
"En esto es glorificado mi Padre, en que déis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos."


Cuando una vid lleva "mucho fruto", Dios es glorificado, pues todos los días Él envió el sol y la lluvia para hacer crecer los cultivos, y constantemente nutre cada pequeña planta y la prepara para florecer. 


¡Es un momento de gloria para el Señor de la mies cuando la cosecha se pone en los graneros, maduros y listos para su uso! ¡Él hizo que todo suceda! 

Esta analogía en la agricultura muestra cómo Dios es glorificado cuando las personas entran en una relación correcta con Él y comienzan a "producir mucho fruto" en sus vidas. ¡Que le demos gloria a Nuestro Señor por medio del fruto bueno que producimos!

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