domingo, 22 de noviembre de 2015

¡ALÉGRENSE!



Filipenses 4:4
"Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense!"

Parece extraño que un hombre en la cárcel esté exhortando a una congregación a alegrarse. Pero la actitud de Pablo nos enseña una lección importante: nuestras actitudes internas no tienen que reflejar nuestras circunstancias externas. 

Pablo estaba lleno de alegría porque sabía que no importa lo que haya pasado con él, Jesucristo estaba allí presente. Varias veces en esta carta, Pablo insta a los filipenses a estar alegres. Es fácil desanimarse cuando nos pasan circunstancias desagradables o que tomemos los acontecimientos sin importancia demasiado en serio. 

Si no has sido feliz últimamente, aún es tiempo de ver la vida desde la perspectiva celestial. Tomemos hoy el consejo del apóstol Pablo y.. ¡Alegrémonos en el Señor!

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