Filipenses 3:12-14
"No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí.
Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús."
Pablo dice que su objetivo es conocer a Cristo, para ser como Cristo, y ser todo lo que Cristo tiene en mente para él. Este objetivo absorbe toda la energía de Pablo.
Este es un ejemplo útil para nosotros. No debemos dejar que nada vende nuestros ojos y nos haga apartarnos del conocimiento de Cristo. Con la mentalidad como la de un atleta en el entrenamiento, debemos dejar a un lado todo lo dañino y abandonar cualquier cosa que nos puede distraer de ser cristianos eficaces.
¿Qué es lo que nos detiene? ¡Sigamos a la meta!
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