Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
domingo, 14 de octubre de 2018
FRUTO
Marcos 12:1-2
"Entonces comenzó Jesús a decirles por parábolas: Un hombre plantó una viña, la cercó de vallado, cavó un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos.
Y a su tiempo envió un siervo a los labradores, para que recibiese de éstos del fruto de la viña."
Dios está interesado en el fruto de nuestras vidas, el fruto de su Iglesia y de la misión de la Iglesia. Los viñedos son para producir fruta, no solo un estado, no únicamente oportunidades de empleo, buenos ambientes o un lugar seguro para descansar. Se trata del fruto.
Jesús les dio a sus discípulos claridad sobre el proceso de producir fruto, incluyendo la necesidad de podar, permanecer, amar y obedecer (Juan 15). Nuestra inversión en la fructificación como un resultado importante no solo de nuestro ministerio, sino también de nuestra vida, es el enfoque del Espíritu Santo. Nosotros llevamos el fruto del Espíritu. La clave para "mucho fruto" es rendirse, humillarse, permanecer y cooperar con el Espíritu de Dios.
Señor Jesús, mereces toda la gloria por cualquier fruto en mi vida. Lléname de nuevo con tu Espíritu este día para una mayor fructificación. En tu nombre, amén.
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