miércoles, 17 de octubre de 2018

VERDADERA RIQUEZA



Deuteronomio 8:17-18
"...y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza.
Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque Él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día."


Los israelitas fueron advertidos de no responder con orgullo a la riqueza que heredaron y la riqueza que produjeron una vez que ingresaron a la Tierra Prometida. Tenemos la misma tendencia en el Nuevo Pacto. Los cristianos de este tiempo pueden caminar con orgullo y superioridad en relación con otras naciones y pueblos debido a la riqueza en la que hemos nacido. La advertencia de Moisés es recordar que es Dios quien otorga la capacidad de producir riqueza. 


Sin embargo, se nos han dado otros signos del Nuevo Pacto en Cristo. Si bien el evangelio eleva a quienes lo adoptan, debemos tener cuidado de no atribuir la riqueza como un signo primario del trabajo salvador de Dios en nuestras vidas y nuestra ciudadanía en su reino. La riqueza del fruto del Espíritu y los dones del Espíritu en la transformación de nuestras vidas y de quienes nos rodean reflejan con mayor precisión la confirmación del Nuevo Pacto en nuestras vidas. Todo esto es de Dios, que no deja lugar para la jactancia o el orgullo cuando respondemos a su asombrosa gracia.

Señor Jesús, tú eres mi herencia. Gracias por la gracia y por la presencia de tu Espíritu en mi vida confirmando tu pacto conmigo.

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