Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 24 de octubre de 2018
VIDA ETERNA
Gálatas 6:7-8
"No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna."
La vida eterna es un regalo de Dios, a través de Jesucristo. Sin embargo, este don nos es entregado por el Espíritu Santo que nos llena a medida que experimentamos la salvación y entregamos nuestras vidas (no sólo nuestro pecado) a Dios.
El Espíritu Santo es nuestro Consejero, Guía y Consolador en el camino de la vida hacia nuestro hogar eterno. Si ignoramos al Espíritu Santo, es en nuestro propio peligro. Es el Espíritu Santo quien nos transforma a la imagen de Cristo, confirmando las asignaciones de nuestro reino, equipándonos para la misión de Dios y el fruto creciente y el carácter de Cristo en nuestras vidas. A diario "siembre agradar al Espíritu", requiere atención y ceder a las más mínimas impresiones del Espíritu. El fruto de esta obediencia al Espíritu es la vida eterna, la vida eterna que se experimenta ahora, no sólo en el cielo.
La vida eterna es una calidad de vida que está libre del temor a la muerte, llena de la presencia del Espíritu y constantemente dando gloria a Dios. La vida eterna es para aquí y ahora, y solo se encuentra a través del Espíritu de Dios.
Señor Jesús, tú eres la resurrección y la vida. Tú eres la vida eterna a través de tu Espíritu en mí. Gracias por todo mi Señor.
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