Números 11:4-6
"Al populacho que iba con ellos le vino un apetito voraz. Y también los israelitas volvieron a llorar, y dijeron: «¡Quién nos diera carne!
¡Cómo echamos de menos el pescado que comíamos gratis en Egipto! ¡También comíamos pepinos y melones, y puerros, cebollas y ajos!
Pero ahora, tenemos reseca la garganta; ¡y no vemos nada que no sea este maná!»"
La disensión comienza a perturbar el campamento israelita. ¿De qué se queja la gente? ¿Cómo podría esto presagiar lo que vendrá cuando exploren la Tierra Prometida? El pueblo seguía empeñado en la vida pasada... añoraban la comida cuando eran esclavos.
Muchas veces tenemos la misma actitud del pueblo israelita. Dios nos ha libertado de una vida de pecado, y nosotros seguimos añorando, recordando nostálgicamente una vida lejos de Dios. ¿Será esto una actitud de alguien agradecido?
Pidamos hoy a Dios que nos libre del deseo de volver atrás. Nada vale la pena si implica estar lejos de Dios.
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