Deuteronomio 34:10-12
"Desde entonces no volvió a surgir en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor tenía trato directo.
Solo Moisés hizo todas aquellas señales y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto ante el faraón, sus funcionarios y todo su país.
Nadie ha demostrado jamás tener un poder tan extraordinario, ni ha sido capaz de realizar las proezas que hizo Moisés ante todo Israel."
Moisés muere y se le da un epitafio en Deuteronomio 34.
¿Cómo ven los israelitas a Moisés hasta el día de hoy?
¿Qué dice Dios acerca de Moisés? Si murieras hoy, ¿qué dirían tus conocido sobre ti?
Pero aún más importante: ¿Qué diría Dios de ti?
Procuremos que nuestra vida sea útil para el Reino de Dios. Preocupémonos por dejar una huella y una marca positiva en quienes nos rodean. Pero más allá de eso, ocupémonos de agradar a Dios cada día. Esta vida es demasiado corta y regularmente la pasamos en cosas que no son provechosas. Es cierto que hay tiempo para todo, pero no olvidemos esos pequeños detalles diarios que pueden significar mucho en la eternidad. Tu comunicación diaria con Dios, el uso de tus talentos para ayudar a los demás... el criar y educar niños que pronto serán hombres y mujeres de bien... todo eso suma.
Que dejemos una buena impresión a las demás personas y a Dios sobretodo cuando nos toque abandonar este mundo. Ocupemos buena parte de nuestra vida diaria para lograr esto.
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