miércoles, 13 de noviembre de 2013

LA RAZÓN POR LA QUE JESÚS VINO

Santiago 4:8 dice: "Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!". Notemos algo sobre el versículo anterior. Se nos dice que nos acerquemos a Dios antes de advertirnos que dejemos de pecar.

Hay tantas personas que lo piensan al revés. Durante mucho tiempo también lo pensé así. Pensamos que no podemos acercarnos a Dios, que nunca podremos tener una relación con Él, y que nunca podremos ser seguidores de Cristo porque no podemos dejar de pecar. Cuando pensamos y actuamos así ¡Realmente es como si tratemos de meter un auto todo enderezado, pintado, lavado y pulido en un taller de reparaciones!

¿Es es lo que Dios espera? La razón por la que Jesús vino es porque nunca podremos ser lo suficientemente "buenos" sin Él. Tenemos que tener a Jesús en nuestra vida. Su muerte, su sangre derramada por nuestros pecados pagó la deuda que nosotros debíamos.

No hay manera de que podamos ser limpiados del pecado hasta que nos acercamos a Dios a través del nombre de Jesús. Dios anhela que nos acerquemos a Él hoy . ¡No te alejes, creyendo que debes estar limpio, perfecto e inmaculado primero. En su lugar, ve a Dios y dile que te acercas a Él porque aceptas el lugar que Jesús ya tomo por tí en la cruz, y que ya estás justificado y purificado por el sacrificio que Él hizo, en tu lugar.

Oración: Dios, ya no quiero tratar de purificarme por mi cuenta y permanecer lejos de Ti. Hoy vengo a ti a través de la sangre de tu Hijo, que me limpia de mi pecado. Ya no quiero vivir avergonzado, lejos de ti  Recibo de tu amor y tu Perdón. Te abro completamente mi corazón y te pido que habites en mi vida y la gobiernes. Si alguna vez me alejé de ti, hoy me acerco arrepentido y confiado en que no me rechazarás. Ayúdame a seguir adelante. En el nombre de Jesús.

Amén.

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