Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
lunes, 29 de junio de 2015
ACTUAR MÁS, HABLAR MENOS
Mateo 9:5-6
"¿Qué es más fácil, decir: “Tus pecados quedan perdonados”, o decir: “Levántate y anda”? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados —se dirigió entonces al paralítico—: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa."
Es "fácil" decirle a alguien que sus pecados son perdonados; ¡Pero es mucho más difícil de revertir un caso de parálisis! Esta famosa sanación de Jesús sirve para ejemplificarnos que Él siempre respaldó con hechos lo que decía con sus palabras.
La acción de Jesús demostró que sus palabras eran ciertas; él tenía el poder de perdonar y sanar. Hablar es barato, pero nuestras palabras carecen de sentido si nuestras acciones no las respaldan. Podemos decir que amamos a Dios o a los demás, pero si no estamos tomando medidas prácticas para demostrar el amor, nuestras palabras son vacías y sin sentido.
¿Qué tan bien tus acciones respaldan lo que dices? Si no lo hacen, hoy es un buen día para tomar cartas en el asunto y empezar a actuar más, y hablar menos.
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