miércoles, 17 de junio de 2015

¡CUIDADO CON LA IDOLATRÍA!


Habacuc 2:18
"»¿De qué sirve una imagen,
    si quien la esculpe es un artesano?
¿De qué sirve un ídolo fundido,
    si tan sólo enseña mentiras?
El artesano que hace ídolos que no pueden hablar
    sólo está confiando en su propio artificio."

   

La idolatría puede parecer como algo que quedó en el pasado. Nos imaginamos a los pueblos primitivos esculpiendo imágenes y rindiéndoles culto y pensamos que eso ya no pasa en el día de hoy. Lo vemos como algo que pasó hace muchos siglos y que no nos puede afectar a nosotros.

Pero la idolatría no es sólo inclinarse ante una imagen; es confiar en lo que uno ha hecho, y por lo tanto, en el poder propio de uno como creador y sustentador. Si decimos que adoramos a Dios, pero ponemos nuestra confianza en las cuentas bancarias, en los gobiernos, las empresas y organizaciones, entonces somos idólatras. Si estamos rindiendo culto a nuestro cuerpo, a la tecnología, al dinero, estamos siendo idólatras.

He visto que incluso en los templos o iglesias, hay personas que están navegando por internet, chateando, mensajeando... ¿Entonces, qué? ¿Qué pasó allí? ¿Será que verdaderamente la idolatría es un pecado de siglos atrás, o esos ídolos de madera y bronce actualmente tienen forma de billetes, de teléfonos inteligentes o de la imagen que vemos en el espejo cada mañana?

¿Confías en Dios más que lo que tus propias manos han hecho? Si no es así hoy es tiempo de volver al camino. ¡Digamos NO a la idolatría! Digámosle SÍ a Dios como la prioridad más alta de nuestra vida.

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