jueves, 18 de junio de 2015

EL SEÑOR ESTÁ EN SU SANTO TEMPLO



Habacuc 2:20
"En cambio, el Señor está en su santo templo;
    ¡guarde toda la tierra silencio en su presencia!»"

   
En la reflexión de ayer, hablamos de los ídolos. Esos que no tienen vida, no tienen personalidad, ni poder; son trozos vacíos de madera, de piedra o de papel moneda. Los templos construidos a los ídolos son igualmente vacíos; nadie vive allí. Todo eso lo vimos ayer, esos ídolos que muchas veces ocupan un lugar en nuestro corazón y que no necesariamente son algo físico o tangible.


Pero el Señor está en su templo. Él es real, vivo y potente. Él es verdadero y plenamente Dios. Los que no confían en Dios esperan que llegue alguien más a salvarlos, pero los que adoran al Dios vivo vienen a Él con admiración silenciosa, con gran respeto, y con reverencia. Reconocemos que Dios está en control y sabe lo que está haciendo. 

Los ídolos permanecen en silencio, porque no pueden responder. El Dios vivo, por el contrario, habla a través de su Palabra. 

Acércate a Dios con reverencia y espera en silencio para escuchar lo que tiene que decir. Él está esperándote con los brazos abiertos. ¡Él quiere bendecirte!

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