Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
jueves, 16 de enero de 2020
ENCUENTROS CON DIOS
Génesis 18:13-15
"Pero el Señor le dijo a Abraham:
—¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree que podrá tener un hijo en su vejez?
¿Acaso hay algo imposible para el Señor? El año que viene volveré a visitarte en esta fecha, y para entonces Sara habrá tenido un hijo.
Sara, por su parte, tuvo miedo y mintió al decirle:
—Yo no me estaba riendo.
Pero el Señor le replicó:
—Sí te reíste."
Este encuentro inusual entre Abraham y tres hombres es en realidad un encuentro divino en el que Dios toma forma humana. En raras ocasiones en el Antiguo Testamento, Dios aparece de alguna manera física para expresar su punto de vista. (Este tipo de comunicación culminó 2.000 años después, cuando nació Jesús de Nazaret; uno de sus títulos fue Emmanuel, que significa "Dios con nosotros").
Quizás estés pensando que no tendrías problemas para creer en Dios si Él se te apareciera milagrosamente. Pero ni Abraham ni Sara vieron este encuentro como una reunión cumbre con Dios. De hecho, Sara fue rápido con una risa de duda (como lo había sido Abraham; ver Génesis 17:17) e incluso mintió directamente a la cara de Dios.
Ten cuidado con lo inusual o extraño en el ámbito espiritual. La fe que se basa principalmente en acontecimientos tan poco frecuentes no tiene una base sólida. Dios puede y algunas veces hará cosas inesperadas que te afectarán personalmente. A medida que busques la dirección de Dios en tu vida, lo descubrirás en el trabajo y en los acontecimientos cotidianos. Y es la percepción de la mano de Dios en todo lo que haces lo que proporciona los cimientos más firmes para construir tu fe.
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