Gálatas 1:3-5
"Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.
Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén."
Muchos piensan que cuando Dios nos consuela, nuestros problemas deben desaparecer. Pero si eso fuera siempre así, la gente se volvería a Dios sólo por el deseo de ser relevado del dolor y no por amor a Él.
Debemos entender que el ser consolado también puede significar recibir fortaleza, ánimo y esperanza para hacer frente a nuestros problemas. Cuanto más sufrimos, el Dios más resistencia nos da.
Si te sientes abrumado, permite que Dios te consuele. Recuerda que cada prueba soportada te ayudará a consolar a otras personas que sufren o sufrirán problemas similares.
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