Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
domingo, 4 de octubre de 2015
FUIMOS RECONCILIADOS
Romanos 5:9-10
"Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!"
El amor que llevó a Cristo a morir es el mismo amor que envía el Espíritu Santo para vivir en nosotros y nos guía cada día.
El poder que resucitó a Cristo de entre los muertos es el mismo poder que te salvó y está disponible para ti en tu vida diaria. Ten la seguridad de que, habiendo comenzado una vida con Cristo, tienes una reserva de poder y amor para recibir y dar cada día.
Por medio de Jesús, no sólo fuimos salvados del castigo de Dios, sino que somos objeto de su amor ilimitado cada día. ¡Bendito sea el Dios que nos salvó!
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