Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
miércoles, 28 de octubre de 2015
GLORIARSE EN EL SEÑOR
2 Corintios 10:17-18
"Más bien, «Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe en el Señor».
Porque no es aprobado el que se recomienda a sí mismo sino aquel a quien recomienda el Señor."
Cuando hacemos algo bueno, queremos decirlo y proclamarlo a todo el mundo. ¡Queremos ser reconocidos!
Pero el reconocimiento es peligroso, porque puede conducir al orgullo desmedido. ¡Cuánto mejor es buscar la alabanza de Dios antes que a los elogios de la gente!
Pero es inevitable que a veces recibamos elogios y felicitaciones. ¿Cómo reaccionar bíblicamente? Pues como hijos de Dios, somos libres para dar a Dios el crédito. ¿Un ascenso en el trabajo? Sabes quién es el que dá la fuerza y la sabiduría. ¿Un acto generoso? Sabes quién es el que provoca el querer y el hacer.
¿Qué debemos cambiar en nuestra forma de vivir con el fin de recibir el elogio de Dios? Esta pregunta debiéramos contestarla en nuestro interior y hacer los cambios necesarios. ¡Que Dios sea glorificado con nuestra forma de vivir!
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