viernes, 16 de octubre de 2015

TE PERTENEZCO, SEÑOR



1 Corintios 6:19-20
"¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Pues por precio habéis sido comprados; por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.


¿Qué quiso decir Pablo cuando dijo que nuestros cuerpos pertenecen a Dios? 


Muchas personas dicen que tienen el derecho de hacer lo que quieran con sus propios cuerpos. A pesar de que piensan que se trata de la libertad, realmente podría ser que están esclavizados a sus propios deseos. Cuando nos convertimos en seguidores de Jesús, el Espíritu Santo nos llena y vive en nosotros. Por lo tanto, ya no somos dueños de nuestros cuerpos. 

"Por precio habéis sido comprados..." Y fue un precio muy alto. La muerte de Cristo nos liberó del pecado, y esa libertad es la que nos mueve a servirle, a dar nuestras vidas como ofrenda agradable. 

Si tú vives en un edificio propiedad de otra persona, no intentas violar la normas de construcción.  Debido a que nuestro cuerpo le pertenece a Dios, no debemos violar sus normas para la vida.

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