lunes, 4 de febrero de 2019

EL AMOR DE ELISEO




2 Reyes 8:11-12
"Luego Eliseo se quedó mirándolo fijamente, hasta que Jazael se sintió incómodo. Entonces el hombre de Dios se echó a llorar.
—¿Por qué llora mi señor? —le preguntó Jazael.
—Porque yo sé bien que vas a causarles mucho daño a los israelitas —respondió—. Vas a incendiar sus fortalezas, y a matar a sus jóvenes a filo de espada; despedazarás a los niños y les abrirás el vientre a las mujeres embarazadas."


Los israelitas se prostituían en los ídolos y el culto de la fertilidad de Baal, y aún eran dirigidos por Jezabel, que tenía mucha sangre inocente en sus manos. Los líderes israelitas habían tratado de matar a Eliseo, pero cuando Eliseo vio su destrucción, lloró por ellos. Eliseo lloró por Israel y su liderazgo porque los amaba.

¿Amamos a aquellos con quienes compartimos el evangelio?

¿Amamos a la Iglesia incluso si es la Iglesia la que nos ha perseguido?

¿Amamos a aquellos que han socavado nuestro ministerio y han tratado de dañar nuestra reputación?

¿Lloraríamos por ellos si supiéramos que el juicio los espera?

Sin amor, solo somos un "tambor resonante o un címbalo que suena". Los dones proféticos deben ser ejercitados con gran amor; sin amor, se vuelven egoístas y distorsionados.

Señor Jesús, me arrepiento por no amarte tanto como tú. Lléname con tu amor por aquellos a quienes sirvo, para tu gloria.

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