jueves, 14 de febrero de 2019

MANTENERSE EN EL AMOR DE DIOS



Judas 20-21
"Ustedes, en cambio, queridos hermanos, manténganse en el amor de Dios, edificándose sobre la base de su santísima fe y orando en el Espíritu Santo, mientras esperan que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, les conceda vida eterna."


Nuestra resistencia contra la tentación, el engaño y la decepción es fortalecer nuestro núcleo de fe, esperanza y amor. Nos fortalecemos en nuestra fe en Jesús para todas las cosas al orar en el Espíritu Santo a lo largo del día. Orar en el Espíritu Santo es permitir que el Espíritu Santo ore a través de nosotros lo que está en el corazón de Dios. 


Nuestras oraciones no solo responden a la guía del Espíritu Santo; son oraciones para que el Espíritu Santo use nuestro cuerpo para orar. Si bien el amor de Dios por nosotros es una realidad constante, debemos mantenernos en el amor de Dios al revisar nuestros corazones para ver si algún pecado nos ha nublado el rostro de Dios, o si alguna actitud nos quita la vista de Jesús. Nuestra esperanza de la eternidad con Jesús requiere esperar, y es esta espera paciente la que fortalece nuestra esperanza. Nuestra resistencia principal al pecado y la tentación, el ataque espiritual y el engaño de todo tipo, es fortalecer nuestra fe, esperanza y amor.

Señor Jesús, tú eres la fuente de mi fe, esperanza y amor. Es tu Espíritu el que renueva este ADN esencial del reino dentro de mí. Lléname de nuevo con tu Espíritu hoy, para tu gloria.

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