1 Timoteo 6:12
"Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos."
Si la salvación es un don de Dios, que recibimos por fe, ¿por qué Pablo está llamando a Timoteo a pelear la buena batalla de la fe y a tomar la vida eterna a la que fue llamado?
La lucha es contra el tirón natural de nuestra carne y los caminos de este mundo que nos seducen para vivir por el momento y no por la eternidad. La vida eterna es tanto una realidad futura como presente. Tomamos la vida eterna ahora, cuando experimentamos la salvación por la fe en Jesucristo, y luego vivimos por Él.
Él es nuestra vida tanto ahora como por la eternidad. La riqueza en la tierra es una distracción cuando se convierte en un sustituto de la vida que encontramos en Jesús. Es Jesús quien da paz, libertad interior, esperanza, alegría y amor. Rendirse a la vida de Jesús, que es verdaderamente la vida, es un anticipo de la plenitud de la vida venidera.
Señor Jesús, tú eres mi vida. Gracias por tu Espíritu vivo dentro de mí y tu invitación a vivir para ti y contigo hoy.
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