Pues por medio de Él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 8:2
domingo, 28 de abril de 2019
ARREPENTIMIENTO, MEDIA VUELTA
Ezequiel 33:10-11
"»Hijo de hombre, diles a los israelitas: “Ustedes dicen: ‘Nuestras rebeliones y nuestros pecados pesan sobre nosotros, y nos estamos consumiendo en vida. ¿Cómo podremos vivir?”
Diles: “Tan cierto como que yo vivo —afirma el Señor omnipotente—, que no me alegro con la muerte del malvado, sino con que se convierta de su mala conducta y viva. ¡Conviértete, pueblo de Israel; conviértete de tu conducta perversa! ¿Por qué habrás de morir?”"
El peso del pecado en nuestras almas puede privarnos del disfrute de la vida. Sentimos presión en nuestro pecho, sentimos distancia en nuestras relaciones, nos falta paz mientras dormimos porque no estamos en paz con Dios y con los demás.
El peso del pecado puede ser paralizante. El camino hacia la libertad requiere que nos demos la vuelta y vayamos en dirección opuesta. Estamos de acuerdo con la palabra de Dios y nos arrepentimos por nuestro pecado. Nos apartamos de las elecciones pecaminosas de vuelta al camino de Dios. Recibimos el perdón que Cristo nos ofreció al morir en nuestro lugar por nuestros pecados y resistimos las mentiras y la presencia del mal, en la autoridad de Cristo Jesús. Nos volvemos hacia Jesús y fijamos nuestros ojos en Él.
Señor Jesús, respondo a tu llamado para volver hoy. Mi corazón es tuyo. Gracias por tu perdón y libertad.
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